El presidente destituido de Perú, Pedro Castillo, apeló este viernes a la Organización de Estados Americanos (OEA) y pidió la intervención de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), mientras la Justicia analiza el pedido de la fiscalía de 18 meses de prisión preventiva en su contra. 

En una nueva carta enviada desde la cárcel donde descuenta un arresto preliminar de siete días por rebelión e intento de golpe de Estado, Castillo sostiene que "el abuso, la humillación y el maltrato continúan. Hoy volvieron a amenazar mi libertad con un pedido de 18 meses de prisión preventiva".

Hago un llamamiento, dice finalmente, "a la Comisión interamericana de derechos humanos para que interceda por mis derechos y los de mis hermanos peruanos que piden justicia".

La audiencia para examinar el pedido del fiscal general, Uriel Terán, al Tribunal para las investigaciones preliminares fue postergada hasta este jueves para permitir a un nuevo abogado defensor de Castillo adquirir todos los documentos del proceso en curso. 

Por parte,Castillo agradeció la postura de Argentina, Colombia, México y Bolivia a favor de su retorno al cargo, denunció que se le prohibió la salida del país hacia Bogotá y Ciudad de México y cuestionó las actitudes del "sector golpista, hambreador y explotador". 

Castillo expresó su agradecimiento "en nombre de los miles de hermanos peruanos que se han volcado a las calles y pernoctan allí, en nombre de los niños, jóvenes, amas de casa, campesinos, comunidades campesinas, frentes de defensa, comerciantes, transportistas, ambulantes, pescadores artesanales, mineros, pueblos jóvenes, artesanos, agricultores, maestros y clase obrera". 

Nombró, y arrobó las cuentas oficiales de la red Twitter, a los mandatarios de Colombia, Gustavo Petro; de México, Andrés López Obrador; de Bolivia, Luis Arce; y de Argentina, Alberto Fernández. De los cuatro celebró su "identificación y solidaridad" con el pueblo peruano y el "legítimo Gobierno".