El presidente peruano Martín Vizcarra dijo este jueves que no renunciará si el Congreso se lo pide luego que un legislador difundió audios donde se escucha al mandatario preparar su defensa para una investigación en curso por contrataciones irregulares desde el estado. "Si quieren bajarme aquí estoy, con la frente en alto, con la conciencia tranquila. No voy a renunciar, yo no me corro", dijo Vizcarra en un mensaje a través de la televisión pública desde el palacio presidencial junto al primer ministro Walter Martos y la ministra de Justicia Ana Neyra.

El nuevo choque con el Parlamento ocurre poco después que el presidente le exigió aprobar una ley para que los sentenciados en primera instancia no puedan postularse a un cargo público menos de un año antes de las elecciones presidenciales y parlamentarias, cosa que sacaría de competencia al menos a la principal opositora, Keiko Fujimori.

Desde que comenzó su mandato en 2018, Vizcarra ha gobernado sin bancada parlamentaria y tiene frecuentes fricciones con el legislativo. Hace un año el presidente disolvió el Parlamento anterior, y en agosto el nuevo Congreso obligó a renunciar al primer ministro Pedro Cateriano, quien llevaba 21 días en el puesto. Los audios difundidos el jueves por el legislador Edgar Alarcón -a quien la fiscalía investiga por presunta corrupción y falsificación de documentos- contienen conversaciones donde el mandatario intenta recordar el número de visitas al palacio presidencial de un animador de eventos llamado Richard Cisneros, a quien conoció antes de llegar a la presidencia.

Vizcarra dijo que los audios "han sido editados y manipulados maliciosamente". Los registros de contrataciones estatales indican que, de 2018 a 2020, el Estado contrató a Cisneros nueve veces. La más reciente fue en abril: Cisneros dio charlas motivacionales a funcionarios para que mejoraran su rendimiento durante la pandemia. El presidente, un ingeniero civil de 57 años que no pertenece a ningún partido, no está siendo investigado porque su cargo lo protege, pero funcionarios de su entorno sí están bajo indagación, y las consecuencias de la contratación de Cisneros podrían mellar su popularidad y su imagen de lucha contra la corrupción.

El Parlamento decidió investigar las contrataciones en la comisión de fiscalización que dirige el legislador Alarcón. Tras la difusión de los audios, Alarcón indicó que las consecuencias podrían incluso llegar a la destitución del mandatario por incapacidad moral. Tal posibilidad existe, y de acuerdo con la Constitución el Parlamento unicameral de 130 miembros necesitaría 87 votos para destituir al mandatario, pero aún es incierto que logre reunirlos. Los portavoces de los partidos políticos seguían reunidos en la noche.

Vizcarra dijo que el objetivo de la difusión de los audios es "una patraña que busca desestabilizar la democracia, para tomar el control del gobierno, para permitir la reelección de los congresistas, postergar las elecciones y garantizar su triunfo electoral". No ofreció detalles.

Desde hace años el Congreso peruano está dominado por partidos ligados a diversos poderes económicos, desde la banca hasta la educación privada. Vizcarra llegó al poder en 2018 cuando era vicepresidente del entonces mandatario Pedro Pablo Kuczynski (2016-2018), quien renunció luego que el Congreso amenazara con destituirlo por el escándalo “Odebrecht”. Si llega a concluir su mandato, Vizcarra dejará el poder en julio de 2021.