Hay preocupación en la organización Médicos Sin Fronteras (MSF). Hace algunos días, tres cooperantes, María, Yohannes y Tedros, fueron asesinados brutalmente en el norte de Etiopía, en la región de Tigray, asolada una vez más por una guerra civil o incivil. En América la organización informó el cierre del hospital en Haití luego de un ataque Armado.

En este contexto, la Directora General de MSF, Josefina Martorell, en diálogo con La Perra Vida, por Radio Universidad, dijo que “lamentablemente no es la primera vez que ocurre. Nuestra prioridades es que nuestros equipos puedan mantenerse seguros y en consecuencia de ello hemos evacuado todos nuestros equipos de la zona y perjudicando a la población que estábamos atendiendo. Lo ocurrido no podemos aceptarlo de ninguna manera”, relató la referente de la organización. 

Por su parte, la ONG anunció el lunes el cierre por una semana de su hospital en Puerto Príncipe (Haití) luego de ser blanco de un ataque armado, en medio de una creciente violencia. El atentado no dejó heridos, pero MSF de todos modos evacuó a su personal y pacientes del sanatorio.

Josefina Martorell - Radio Universidad by cba24n.com.ar

Martorell manifestó que “mientras los equipos estaban adentro atendiendo pacientes varios individuos dispararon al sector de emergencias. Nosotros trabajamos con sectores afectados y a veces hay sectores o grupos armados con intereses económicos y políticos que no les conviene la intervención de MSF de manera imparcial y neutral”, explicó la referente. 

Finalmente la titular de la ONG expuso que  si bien tanto Etiopía como Haití son unas de las regiones de mayor peligro e inestables donde participa MSF existen dificultades y hechos de violencias en algunas regiones del Congo, Camerún, Nigeria o Yemen.

“Son muchas las regiones y contextos muy difíciles y hay conflictos de seguridad. Estamos presentes en casi 90 países y más de 500 proyectos en todo el mundo”, concluyó Martorell.

Preocupación por los reiterados ataques armados a Médicos sin Fronteras 
Preocupación por los reiterados ataques armados a Médicos sin Fronteras