Pasó el verano europeo y una segunda ola de coronavirus golpea a gran parte del continente. Este sábado, Reino Unido confirmó que volverán a tener un confinamiento domiciliario que durará hasta el próximo 2 de diciembre. 

Los cerca de 56 millones de habitantes de Inglaterra solo podrán salir de su casa por cuestiones esenciales, ya sea para comprar comida o ir al médico. En el ámbito comercial sucederá algo similar: solo abrirán los negocios de máxima importancia. 

El primer ministro británico, Boris Johnson, fue quien informó estas nuevas medidas y expresó: “Tenemos que ser humildes ante la naturaleza”. El objetivo de esta cuarentena es frenar el avance del virus, que generó una suba de contagios durante las últimas semanas.

“A menos que actuemos podríamos ver las muertes en este país alcanzar miles por día”, planteó Johnson, quien habló junto a sus principales consejeros científico y médico, Patrick Vallance y Chris Whitty.

La medida regirá desde el jueves 5 de noviembre y todos los comercios no esenciales y los locales de ocio tendrán que cerrar. Sin embargo, como en Francia, las escuelas e instituciones educativas permanecerán abiertas.

Cabe recordar que en los últimos días, países como Francia y Alemania también anunciaron medidas similares para frenar el avance de la Covid-19.