Renault se marcha de Rusia. La marca del rombo venderá su filial rusa al ayuntamiento de Moscú y sus acciones del fabricante Avtovaz a un laboratorio de automoción propiedad del Gobierno.

La totalidad de Renault Rusia pasará a manos de Moscú y Avtovaz –de la cual Renault controlaba el 67,69%– recaerá en el Instituto Central de Investigación y Desarrollo del Automóvil y el Motor de Rusia.

Para Avtovaz, el fabricante ruso detrás de la marca Lada, Renault se guarda una opción de recompra ejecutable durante los seis próximos años.

"Hoy hemos tomado una decisión difícil pero necesaria y tomamos una decisión responsable con los 45.000 empleados que tenemos en Rusia", ha anunciado Luca de Meo, consejero delegado de Renault.

"Preservaremos el rendimiento del Grupo y la posibilidad de volver al país en un futuro, en otro contexto. Confío en que el Grupo Renault pueda acelerar su transformación y superar los objetivos marcados para el medio plazo".

Es notable señalar que Renault valoraba en 2.200 millones de euros su negocio ruso. De hecho, en 2021 fue su segundo mercado global con 482.300 unidades vendidas, tan sólo por detrás de Francia –521.700–. Avtovaz suponía el 10% de la facturación global del Grupo.

De hecho, el Renault Arkana se comercializó primero como un vehículo para el mercado ruso antes de convertirse el año pasado en una de las puntas de lanza de la estrategia comercial para Europa.

La invasión rusa de Ucrania ha motivado que las empresas internacionales con presencia en el país recapaciten sobre sus intereses en el país, y ahora vemos un ejemplo con la venta de Avtovaz.

Renault suspendió la actividad industrial en el país cuando empezó la guerra. A finales de marzo la reanudó ante las amenazas de expropiación, pero acto seguido volvió a pararla mientras estudiaba cuál era el camino a seguir.

Al poco de trascender el comunicado oficial de Renault, Rusia ha movido ficha y ha anunciado que la fábrica de Moscú pasará ahora a ensamblar vehículos de la marca Moskvitch.

Moskvitch fue un fabricante histórico del periodo soviético. Con la caída de la Unión Soviética, se privatizó y vivió un declive durante los años 90 que derivó en la bancarrota en el 2002 y su disolución en 2006.

La factoría de Renault en Moscú fue de algún modo la sucesora de esta marca, que ahora vuelve a la palestra.

"He decidido incorporar la fábrica a los activos de la ciudad y reanudar la producción de vehículos de la histórica marca Moskvitch", ha anunciado el alcalde de Moscú, Sergei Sobyanin.

"Escribiremos una nueva página de la historia de Moskvitch en 2022". Sobyanin ha prometido que hará lo posible por mantener en plantilla a los trabajadores de Renault Rusia.

Fuente: Soy Motor.