Rusia acusa a Alberto Fernández de "traición e hipocresía sin límite"

El principal medio ruso, dependiente del Estado, acusó a Alberto Fernández de haber traicionado a Vladimir Putin tras la condena del presidente argentino a lo que entiende como una invasión rusa en Ucrania. 

En el editorial de Sputnik, titulado "La hipocresía y la traición del presidente argentino Alberto Fernández a Putin no tiene límites", se recuerda la ayuda que le brindó Putin, en plena incertidumbre generada por la pandemia, con la provisión de vacunas contra el coronavirus cuando la Argentina no contaba con oferta de otros laboratorios.

Desde Rusia interpretan que el cambio de posición se debe a la oportunidad abierta por el conflicto bélico que le permitiría a la Argentina vender alimentos y gas a Europa. 

Precisamente, en su gira por Europa, Fernández subrayó en cada encuentro con mandatarios su férrea decisión de montar una alianza argentina-europea con base en alimentos y energía. 

En el encuentro con Felipe Sánchez, jefe de Gobierno español, Fernández planteó la posibilidad de que la Argentina se convierta en "proveedora estable y segura" de alimentos y energía, en una reunión que se extendió durante una hora y veinte minutos minutos en el Palacio de la Moncloa.

Ante el mismísimo rey de España,  Felipe VI de Borbón, el presidente Fernández se declaró “europeísta” y priorizó esa relación en detrimento de otros vínculos, como los cultivados durante las últimas décadas con China y Rusia. 

"El presidente de un país con un 37,3% de población que vive por debajo de la línea de la pobreza y donde muchos millones no acceden a alimentos se propone venderle alimentos a Alemania". El duro editorial de Sputnik

Sputnik es un medio informativo ruso que depende directamente de agencias estatales y marca las posiciones oficiales del gobierno. "El nivel de traición del presidente argentino hacia su par ruso está fuera de duda y fuera de concurso", puede leerse en el editorial que fue publicado el último fin de semana.

El giro en la política externa, que muchos tildan de improvisación, fue piloteado por el canciller Santiago Cafiero y puede interpretarse como una consecuencia del encuentro entre éste y el secretario de Estado de los EE.UU Antony Blinken, en la Casa Blanca, que destrabó el apoyo de la administración Biden al acuerdo de Argentina con el FMI.

Referentes ligados a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, como el caso del neuquino Oscar Parrilli, cuestionan la perspectiva externa, que incluye la parálisis de la central nuclear Atucha III, con financiamiento de China y que objeta Estados Unidos. 

China y Rusia son dos alianzas de peso que Fernández de Kirchner, durante sus presidencias, anudó y desarrolló cuando entró en crisis la relación con EE.UU.

Parte del enojo con Alberto tiene relación con la gira europea que depositó al presidente argentino en Alemania y Francia. Tras el encuentro con el canciller alemán Olaf Scholz, el argentino habló de "ponerle fin a la agresión a Ucrania", violencia a la que calificó como "inmoral".

"¿Por unas monedas, lo que sea?", se preguntó el editorial de Sputnik este fin de semana respecto a la zigzagueante posición argentina.