Un oso grizzly, todavía cachorro, un poco groggy por los largos meses de sueño, asoma primero la cabeza y luego emerge por completo.

El sol tiene un tímido reflejo sobre la nieve de la mañana; quiénes observan la escena gritan de alegría y saludan al pequeño que regresa del sueño invernal. Ha estado hibernando no menos de 150 días.

El video recorre el mundo y es imposible no ver en él una metáfora esperanzadora para todo el mundo: una mañana igual, emergiendo de la cuarentena, habitantes de un mundo que se cura.