El primer ministro de Japón, Shinzo Abe, anunció su renuncia alegando un trastorno gastrointestinal crónico que le requiere tratamiento continuo y le impide desempeñarse apropiadamente. En una conferencia de prensa en Tokio el viernes, Abe dijo que «juzgué que no debería continuar con mi labor como primer ministro». «Necesito luchar contra la enfermedad y necesito ser tratado, no estaba en el estado perfecto», dijo.

«A pesar de que falta un año en mi mandato y hay desafíos que enfrentar, decidí renunciar como primer ministro», dijo Abe y agregó que «le gustaría extender sus disculpas al pueblo de Japón». «Durante casi ocho años controlé mi enfermedad crónica, sin embargo, este año, en junio, me hice un chequeo regular y había una señal de la enfermedad», dijo Abe.

Abe dijo que permanecerá en el cargo hasta que el Partido Liberal Democrático, al que representa, nombre a su sucesor.  Cuando los periodistas le preguntaron a quién prefería como candidato para próximo primer ministro, Abe dijo: «No debería hacer una solicitud para la próxima administración. Hemos expuesto nuestras visiones y esas visiones deben ser compartidas».

El lunes por la mañana, Abe visitó el Hospital Universitario Keio en Tokio para lo que fue su segunda visita al hospital en una semana. En la rueda de prensa del viernes dijo que los médicos habían detectado un resurgimiento de la afección en los últimos meses.

Abe sufre de una enfermedad inflamatoria intestinal no curable que le obligó a dimitir durante su primer mandato como líder del país de 2006 a 2007. Volvió a ser primer ministro en 2012 y se transformó así en el mandatario con más tiempo de gobierno en Japón en términos de días consecutivos en el cargo.