El aumento en la cría de cerdos y aves de corral en Irlanda del Norte creó una industria multimillonaria que alimenta a los consumidores británicos con pollo y cerdo. Pero está creando un dolor de cabeza para el universo político por la contaminación y sus implicancias en el cambio climático.

Después de una década de crecimiento, el país tiene una población avícola de 25 millones y la producción porcina aumentó a una faena de casi 1,5 millones de animales. El destino principal de toda esa carne es Gran Bretaña: Irlanda del Norte exporta a sus imperiales vecinos casi dos tercios de su producción de agroalimentos.

Y si bien este negocio es parte significativa de sus ingresos, ahora el país debe luchar por deshacerse de los excrementos que esta industria genera de manera sostenible. Los organismos asesores del gobierno han establecido que es posible que sea necesario exportar hasta un 35% de los desechos animales para mejorar la calidad del agua y el suelo en la región, ya que “las actividades agrícolas siguen siendo una presión significativa y creciente sobre la calidad del agua” en Irlanda del Norte.

Una cuarta parte de la basura avícola de Irlanda del Norte se exporta, pero no hay cifras sobre el alcance total de las exportaciones de todos los desechos animales. Una cuenta elemental a partir de las cantidades de excretas de aves y cerdos indica que serían unas 16.000 toneladas por día: el equivalente a la basura diaria de la ciudad de Nueva York, en un país que tiene menos de 2 millones de habitantes.

El resultado: solo uno de los 21 lagos de Irlanda del Norte se considera en buen estado según la directiva marco sobre el agua de la UE, legislación destinada a mejorar la calidad del agua de ríos y lagos.

El caso es pertinente para Argentina, en donde el agronegocio tiende a la intensificación tanto en feed lots como en criaderos de cerdos y aves. Es cierto que la disponibilidad de espacio físico en Argentina es muy superior a la de Irlanda del Norte, pero también es cierto que este tipo de producción opera aquí mucho más lejos de controles y regulaciones que en el Reino Unido.

Y también es cierto que los rodeos no son para nada comparables: En Argentina se faenan entre 3 y 4 veces más cerdos y la cantidad de aves es unas 6 veces más grande que la Irlanda del Norte.

El primer proyecto de ley climática de la administración descentralizada pasó a su segunda lectura el mes pasado, estableciendo un objetivo de emisiones netas de carbono cero para 2045 en Irlanda del Norte. Los grupos agrícolas afirman que el objetivo podría acabar con la mitad de los ganaderos del país si se aplica tal como está redactado.

Los purines (conjuntos de residuos semisólidos) y el estiércol sólido concentrado producido por operaciones intensivas de cerdos y aves de corral crecen sin parar y se están depositando sobre la frontera irlandesa hasta Wexford, hasta 200 km de distancia del sitio en que se generan. Es la porción que no encuentra espacio en los incineradores en Gran Bretaña. Otra parte de este material es transportado a la República de Irlanda que lo utiliza principalmente como fertilizante o lo destina a plantas de digestión anaeróbica para biocombustible.

El Partido Verde dice que el 98% de las áreas especiales de conservación en Irlanda del Norte exceden las cargas críticas de nitrógeno, con algunas hasta en un 300% o más.

James Orr, director de la ONG Amigos de la Tierra en Irlanda del Norte, dice que la contaminación transfronteriza es el resultado de años de inacción regulatoria a ambos lados de la frontera. Sostiene que las prácticas agrícolas intensivas han llevado a: "contaminación del aire, contaminación crónica del agua y también degradación del hábitat a través de la destrucción de hábitats naturales ".

“Nos hemos transformado en un centro de agronegocios en Irlanda del Norte, lo que significa que ahora estamos saturados de excrementos”, dijo Orr. "Y no solo nosotros, sino también nuestros vecinos; todos estamos pagando el precio".

El crecimiento de la cría intensiva de cerdos y aves de corral en el país continúa, y se esperan decisiones de planificación sobre mega unidades que albergarán a decenas de miles de cerdos y pollos en Newtownabbey , Fermanagh y Limavady, que se convertirán en algunas de las granjas de ganado intensivo más grandes del Reino Unido.

El número de granjas avícolas intensivas (con 40.000 o más aves) a las que se concedió permiso de planificación en Irlanda del Norte aumentó de 141 en 2011 a 245 en 2017, según las cifras que proporciona el periódico The Guardian.

Durante este período, Moy Park, la empresa más grande de Irlanda del Norte y el procesador de aves de corral más grande de Europa, alentó la construcción de cientos de nuevos gallineros en las granjas de Irlanda del Norte.

El número de aves de corral en Irlanda del Norte aumentó en un 27% entre 2012 y 2020 a casi 25 millones. Entre 2006 y 2020, la matanza de cerdos de producción local se duplicó en la región, de 717.172 a 1.444.150, mientras que su rebaño de cría creció un 31% entre 2006 y 2019.

Mientras tanto, entre 2011 y 2018, las ventas de exportación de carne de cerdo de Irlanda del Norte casi se duplicaron, de 75 millones a 146 millones de dólares, mientras que las exportaciones agroalimentarias totales aumentaban en un 77%.

Aproximadamente el 80% de la carne de la región se exporta, siendo Gran Bretaña su mayor mercado, representando casi dos tercios de las exportaciones de productos agroalimentarios en 2015.

Mark Sutton, físico ambiental del Centro de Ecología e Hidrología, dice que, si bien se reconoce que la agricultura representa una gran parte de la economía de Irlanda del Norte, existe una necesidad urgente de cumplir no sólo con la limitación en las emisiones de carbono sino también con las emisiones de nitrógeno.

“Si queremos alcanzar nuestros objetivos de emisiones netas cero, debemos actuar con respecto al nitrógeno. Uno de los problemas es lo fragmentados que están sus subproductos: hay amoníaco, nitratos en el agua y óxido nitroso, un gas de efecto invernadero cientos de veces más potente que el CO2, que sale de los suelos inundados de purines ”, dijo.

El Departamento de Agricultura, Medio Ambiente y Asuntos Rurales de Irlanda del Norte (Daera) dijo que ha “desarrollado una estrategia de amoníaco, que pronto se publicará para consulta. Esta estrategia describe un enfoque integral para la reducción del amoníaco y la protección y restauración de hábitats ".

“Daera ya ha tomado medidas para abordar la cuestión del amoníaco en Irlanda del Norte, incluida la financiación de un programa de investigación de amoníaco de amplio alcance, la publicación de un código de buenas prácticas agrícolas para la reducción de las emisiones de amoníaco y el apoyo financiero a los agricultores para que inviertan en tecnologías de reducción de amoníaco y otras que protejan la calidad del agua”.