Este fin de semana se conoció sobre un derrame de petróleo en un oleoducto submarino ubicado en Tailandia. Se trata de una fuga de casi 50 mil litros del “crudo” y, pese a los intentos de las autoridades, está ocasionando un impacto ambiental en las barreras de coral.

También hay temor respecto a las playas de la zona, a donde concurren miles de turistas. Por el momento, se realizan tareas de limpieza para despejar el petróleo y contenerlo.

El oleoducto es propiedad de la empresa Petroleum Refining Public Company Limited. El derrame ocurrió el martes pasado y trabajan desde entonces unos 150 trabajadores de la empresa, más 200 miembros del personal de la Marina tailandesa.

Según la agencia de noticias AFP, las débiles corrientes mantuvieron el petróleo alejado de las zonas costeras.