Al menos tres cohetes han caído este lunes en las proximidades de la Ciudad de la Energía, a las afueras de la ciudad iraquí de Basora. Aunque el ataque no ha causado víctimas ni daños materiales, el polígono alberga empresas del sector petrolero iraquíes y extranjeras, como la estadounidense Halliburton que algunos han visto como el objetivo del ataque. 
Hasta el momento nadie se ha atribuido la responsabilidad  pero llama la atención que se intente comprometer la producción petrolera justo cuando hay una crisis de sobre producción por la falta de acuerdo en la OPEP. 
Algo similar ocurrió con los ataques perpetrados a mediados de setiembre último, cuando un ataque fue dirigido con éxito contra la principal refinería de Arabia Saudí, comprometiendo el 50% de su producción.
También se especula con cuestiones de política interna iraquí: apenas unas horas antes los grupos proiraníes consensuaron un candidato a primer ministro alternativo al propuesto por el presidente hace dos semanas.
“Tres cohetes Katyusha han aterrizado cerca del sitio de la compañía de petróleo Halliburton”, asegura un comunicado del Ejército iraquí. Poco antes fuentes policiales habían informado de que los proyectiles fueron disparados hacia las tres de la mañana (seis horas menos que en Argentina) sobre el polígono industrial de Burjesia, al oeste de la ciudad de Basora.
El Ministerio de Petróleo ha calificado el ataque de “acto criminal injustificado”. Según el comunicado de su portavoz, Asim Jihad, un cohete cayó cerca de un centro sanitario, otro en las proximidades del campo petrolero de Zubair (que opera la empresa italiana Eni) y otros tres en un baldío.
 Basora es la principal ciudad del sur de Irak y su centro petrolero. La llamada Ciudad de la Energía, situada a 20 minutos del aeropuerto internacional, fue puesta en marcha hace una década para facilitar las infraestructuras y servicios que las empresas petroleras necesitaban tanto para sus oficinas como para sus empleados. No obstante, la mayoría de sus alojamientos se han ido vaciando en las últimas semanas debido al coronavirus. Ante el riesgo de contagio, las compañías han preferido evacuar a su personal extranjero.
Fuentes de la empresa estatal Basra Oil Co., que supervisa las operaciones petroleras en el sur de Irak, han declarado a Reuters que el ataque no ha afectado a la producción ni a las exportaciones. La policía, que ha encontrado el lanzacohetes con 11 proyectiles aún sin usar en una granja cercana, ha intensificado la búsqueda de los responsables.