El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha declarado este viernes que los lugares de culto, que fueron cerrados debido a la pandemia de coronavirus, proporcionan servicios "esenciales" y por eso ordenó a los gobernadores reabrirlos "ahora mismo".

Al mismo tiempo, el mandatario afirmó que si los jefes de los estados "tienen preguntas, tendrán que llamarme, pero no tendrán éxito con esa llamada".

"Son los lugares que mantienen a nuestra sociedad unida", destacó Trump, añadiendo que los líderes religiosos "se asegurarán" de que los lugares de culto sean seguros para los creyentes.

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Por otra parte, y siempre alimentando la polémica, el presidente norteamericamo manifestó el jueves que no le daría "el placer" a la prensa de verlo con un barbijo, cuyo uso es recomendado para para prevenir contagios del coronavirus, que ya mató a más de 94.000 personas en su país, el más golpeado por la pandemia.

Durante una visita a una fábrica de Ford en Ypsilanti, Michigan, cuyos trabajadores fabricaron respiradores y otros equipos médicos en el marco de la pandemia de Covid-19, Trump usó un tapabocas durante la visita -azul marino y con el sello presidencial-, pero se negó a portarlo delante de las cámaras.

"Tenía puesta una antes. Usé una en esa área trasera pero no quise dar a la prensa el placer de verlo ", dijo a los periodistas y fotógrafos que lo acompañaron en la visita, y le dio además una máscara plástica de mano en mano a una persona que estaba sosteniendo un micrófono.

"¿Por qué no lo usa aquí?", le preguntaron. "Porque no es necesario. Todos han sido testeados y yo he sido testeado. De hecho, fui testeado esta mañana. Así que no es necesario". Además, dijo que el barbijo que usó "era muy lindo, se veía muy bien".