Donald Trump anunció anoche en un discurso a la nación la suspensión de los viajes desde Europa, con excepción del Reino Unido, por un periodo de 30 días a partir de este viernes a medianoche para tratar de frenar la expansión del coronavirus en Estados Unidos. 

En una intervención de tono muy distinto del que venía usando hasta ahora para referirse a esta crisis, el presidente justificó la necesidad de una respuesta “sin precedentes” ante esta “horrible infección” y acusó a la Unión Europea de haber empeorado la situación por no haber tomado precauciones a tiempo. El veto afecta a los ciudadanos extranjeros que hayan pasado por el territorio europeo en los últimos 14 días y exime a los estadounidenses o residentes permanentes en el país. Tampoco el comercio se verá limitado.

El presidente también anunció medidas económicas extraordinarias, como el aplazamiento en el pago de impuestos para algunos trabajadores y pequeños negocios castigados por el brote o la suspensión de los copagos sanitarios relacionados con el tratamiento del virus.

Trump, que hasta ahora minimizaba la gravedad de la crisis, se dirigió a los estadounidenses en un tono severo, sentado en el escritorio del Despacho Oval. 
El republicano defendió las medidas tempranas decididas por su Gobierno. “Nuestro equipo es el mejor del mundo. Muy al principio del brote, introdujimos restricciones de viaje sobre China y la primera cuarentena obligatoria en 50 años”, entre otras actuaciones, gracias a las cuales hasta este miércoles se han registrado en EE UU “menos casos que en Europa”. 
 Y criticó a la Unión Europea: “falló a la hora de tomar las mismas precauciones y restringir los viajes desde China y otros focos”. “Como consecuencia de eso, un gran número de nuevos brotes han aparecido en EE UU debido a viajeros procedentes de Europa”.

Según detalló el Departamento de Seguridad Interior, Estados Unidos prohíbe la entrada de “la mayor parte de extranjeros” que en los últimos 14 días hayan estado en los países incluidos en el espacio Schengen: Alemania, Austria, Bélgica, Dinamarca, Eslovenia, España, Estonia, Finlandia, Francia, Grecia, Holanda, Hungría, Islandia, Italia, Letonia, Liechtenstein, Lituania, Luxemburgo, Malta, Noruega, Polonia, Portugal, República Checa, República Eslovaca, Suecia y Suiza. Los estadounidenses, residentes permanentes en EE UU o sus familiares directos quedan exentos.

“El virus no tiene ninguna oportunidad con nosotros”, dijo Trump, fiel incluso en estos momentos a su espíritu triunfalista. “Ningún país está más preparado que el nuestro, tenemos la mejor sanidad y los mejores médicos”, remarcó.

Hasta la fecha, más de mil personas han dado positivo por coronavirus en Estados Unidos. En una docena de territorios, entre ellos Washington DC, la capital, se ha declarado estado de emergencia. Anthony Fauci, director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas, compareció esta mañana en el Capitolio y advirtió de que “las cosas empeorarán más de lo que están ahora”. Fauci resaltó que el virus es “10 veces más letal” que la gripe.

Antes del mensaje a la nación, Trump se reunió este miércoles con banqueros de Wall Street para discutir el impacto económico del coronavirus. La Bolsa de Nueva York sufrió este miércoles el desplome desde máximos más rápido de su historia, tras una sucesión de jornadas turbulentas que provocaron caídas en los índices no vistas desde la crisis financiera de 2008. El mandatario, que ha tratado de restar gravedad a la situación hasta esta noche, dijo a los periodistas que estaban evaluando “varias formas de estímulo”.