El próximo miércoles 14 de julio la Unión Europea podría dar a conocer un conjunto de nuevas normativas de emisiones mucho más exigentes que las actuales y que en un corto plazo harán casi imposible la comercialización en el bloque de vehículos con motores convencionales. 

En ese sentido, y aunque no se anuncie de manera abierta la desaparición del motor de combustión, las próximas normativas harán casi inviable su continuidad. Así lo plantea un artículo del sitio Motor.es, donde se agrega que la norma Euro 7 no es más que un primer atisbo de lo que ya empieza a vislumbrarse en el horizonte.

El mismo sitio de hecho, refleja en un artículo el impresionante boom eléctrico en China: "Hace tiempo que China se ratificó como el primer mercado automovilístico del mundo para el coche eléctrico. Las cifras de ventas no engañan y los volúmenes de matriculaciones que se registran anualmente en el país asiático aventajan, y mucho, a otros mercados de gran relevancia " dice un artículo que reseña que en algunas ciudades ya el 30% de las nuevas unidades son eléctricas.

A inicios de semana, el vicepresidente de política ecológica de la Comisión Europea, Frans Timmermans, señaló que Bruselas impondrá finalmente una fecha límite para eliminar el motor de combustión y que todo apunta a que será en 2035. 

Añadió que antes de eso se endurecerán los límites de emisión de CO2 de los nuevos modelos que sean vendidos en Europa y se tramitará una propuesta para que los fabricantes paguen por la contaminación en base a los parámetros establecidos por la Unión Europea. "No basta con fijar una fecha límite. Tenemos que decirle a los fabricantes que vendremos con normas de emisión más estrictas", dijo Timmermans al respecto. 

Estas afirmaciones concuerdan con un artículo del Financial Times, en que una de sus fuentes indica que Bruselas estaría considerando una reducción del 100% en las emisiones de CO2 de los automóviles para 2035, poniendo finalmente término a la venta de coches con motores convencionales. 
El mismo periódico, reseña que el emblemático Rolls Royce será completamente eléctrico a partir de 2040.

Todas estas medidas tienen el objetivo de convertir a la Unión Europea en la primera gran región en alcanzar cero emisiones netas de carbono en 2050. Tanto es así, que Volkswagen ya anunció la semana pasada que su objetivo sería detener la fabricación en Europa de estos modelos antes de ese mismo año. 
Audi, por su parte, tiene previsto lanzar en el año 2025 su último ejemplar con motor de combustión y dejar de construir bloques de gasolina o diésel en 2033. 

Otros fabricantes de la Unión ya han tomado el mismo camino. "La industria del automóvil realmente abraza la idea de la necesidad de descarbonizar el sector. Siempre va a haber una discusión sobre a qué ritmo, pero creo que han entendido que ese es el camino a seguir", concluyó el vicepresidente de política ecológica de la Comisión Europea. 

Por ahora, el mundo vislumbra un futuro en el que solo existirán dos tecnologías presentes en los concesionarios de automóviles. Por un lado, los coches eléctricos de batería recargable y, por el otro, los autos con pila de combustible de hidrógeno. Ambas tecnologías no generan emisiones de carbono directas para el funcionamiento de los vehículos.