Luego del anuncio de Emmanuel Macron en una conferencia de prensa de que exigirían a toda la población el certificado de vacunación para varios aspectos de la circulación, un millón de personas se anotaron para recibir la inoculación.

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En las medidas el gobierno francés imponía la obligación de contar con dicho certificado para realizar diferentes actividades culturales y de ocio, como cines y teatros, utilizar el transporte público y concurrir a bares.

Las disposiciones fueron anunciadas el lunes y, apenas horas más tarde, más de un millón de personas solicitaron su turno para ser vacunadas, lo cual establece un récord en cuanto al poco tiempo transcurrido.

El ministro francés de Sanidad, Olivier Véran, se mostró sumamente conforme con esta noticia y expresó que "significa miles de vidas salvadas". Además explicó, a la par de Macron, que las medidas anunciadas buscan evitar un nuevo confinamiento que podría darse si las personas no se vacunan y, ante la amenaza de la variante Delta, puedan volver a aumentar los casos de coronavirus y los fallecimientos.

Las imposiciones dictadas por el presidente francés el lunes comenzarán a tener efecto a partir del próximo 21 de Julio. Además, el personal sanitario, empleados de residencias y demás profesionales de la salud tendrán la obligación de estar vacunados a partir del 15 de septiembre o, caso contrario, podrán ser sancionados.