Llega a Uruguay una pieza teatral del dramaturgo cordobés Fernando Zabala. El unipersonal ¨Se despide el campeón¨ se estrena el sábado 29 en el Teatro El Tinglado en la ciudad de Montevideo, en Uruguay. 

El monólogo de Zabala está dirigido por Alfredo Goldstein y cuenta con la actuación de Sergio Pereira. El dramaturgo estrenó “Se despide el campeón” en salas de teatro de Córdoba. 

Posteriormente Zabala inició una gira provincial en 2017 y luego una gira nacional en 2018. Recientemente fue representado también en Bogotá por el director y actor Nicolás Portilla Ortega. ¨Recuerdo que cuando estrené “Se despide el campeón” me temblaban hasta los pelos, pensé que no iba a poder estar a la altura del texto y del personaje. Es un monólogo complejo e intrincado. Tres únicas estaciones en las que hay una obra en cada una de ellas”, compartió Fernando Zabala a Cba24n.com.ar. 

Se despide el campeón bordea un triángulo amoroso, un verdadero drama pasional, una tragedia de submundo con una crisis de identidad, en cuyo personaje protagónico se visualiza la máscara enfrascada, de una sociedad prejuiciosa y arbitraria que reprime con facilidad lo que se sale de norma. El artista explica: ¨Se despide el Campeón posiblemente sea una de las obras que más tiempo me llevó escribir, es un texto que demanda mucha concentración en el actor y un trabajo dúctil sobre la escena. El campo de la escritura sobre el texto se vio modificado en casi todas las funciones, allí hubo un trabajo permanente en la dramaturgia y por, sobre todo, en la creación actoral”. 

La obra tendrá 10 únicas funciones y se lo podrá ver los sábados a las 21 y los domingos a las 19 en el Teatro El Tinglado, Colonia 2035, en la costera ciudad de Montevideo.

Sobre el origen de la obra

Zabala detalla cómo surge esta pieza teatral: “En la mayoría de las obras los dramaturgos escribimos por asociación, este caso no fue la excepción y los elementos fusionados vinieron de universos tan variados como diferentes. “Se despide el campeón” nació con una noticia insólita que venía de Puerto Rico. Velaban un boxeador erguido y embalsamado sobre un cuadrilátero, los familiares se sacaban fotos con el muerto y lo habían vestido con short, guantes, bata, y con todos los chirimbolos del mundillo del box. Me acuerdo que cuando vi la noticia quedé helado y la archivé de inmediato. Luego por esas cosas del destino, a las semanas me choqué con ¨Fragmento de un discurso amoroso¨ de Roland Barthes y el cruce de esos dos universos tan inefables como antagónicos se hizo posible en mí cabeza. En ese relato Barthes hablaba del amor embalsamado en las distintas etapas de enamoramiento. Allí sobrevino ineludiblemente la metáfora pasional como poética y, por ende, su triangulación amorosa como tragedia”.