Los proveedores de carne vacuna de gigantescas cadenas estadounidenses como McDonald's, Taco Bell o Walmart obtienen su carne de granjas que usan antibióticos que la Organización Mundial de la Salud (OMS) asocia al riesgo de propagación de superbacterias peligrosas para la salud mundial.

El hallazgo es fruto de una investigación exclusiva desarrollada por la organización de periodismo de investigación The Bureau Of Investigative Journalism y el periódico inglés The Guardian.

Utilizando registros no publicados del gobierno de los EE. UU., el trabajo muestra que las granjas que producen carne vacuna para Cargill, JBS y Green Bay, gigantescos frigoríficos, ponen en riesgo la salud pública al seguir usando antibióticos clasificados como "críticamente importantes" para la salud humana (CIA por sus siglas en inglés) y que fuerzan permanentes revisiones en las prioridades estratégicas de la OMS en materia de resistencia a los agentes antimicrobianos.

La OMS viene advirtiendo que estos medicamentos son esenciales para la medicina humana y que su uso en la ganadería debería suspenderse. Se trata generalmente de una última línea de tratamiento disponible para infecciones bacterianas graves en las personas. 
El uso excesivo e indiscriminado de tales antibióticos genera las condiciones para que algunos microorganismos desarrollen resistencia específica, creándose lo que se conoce como “Superbacterias”, organismos que se resistirían a cualquier tratamiento.

La situación no es una amenaza “potencial” a la salud: según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC), la resistencia microbiana es responsable de más de 35.000 muertes anuales en EE. UU. y de 1,3 millones en todo el mundo.

Las normas

No existe una prohibición sobre el uso de antibióticos para el tratamiento o la prevención de enfermedades en los establecimientos de cría. De hecho, la producción actual de carnes sería materialmente imposible sin el uso de antibióticos en establecimientos en donde los animales viven completamente hacinados.

Lo cierto es que hasta no hace mucho, los alimentos balanceados se comercializaban incluyendo antibióticos en su formulación como “factor de crecimiento”, lo que condujo a un fenomenal incremento de las cantidades utilizadas, de los residuos de antibióticos en las heces y orinas y, por supuesto, en las ganancias de las farmacéuticas.

Lentamente, en todo el mundo se fue imponiendo la receta veterinaria para muchos antibióticos médicamente importantes que anteriormente estaban disponibles sin receta y la prohibición para el uso de antibióticos en agua y alimentos. Por ejemplo, en los EE. UU., se impuso en 2017.

En Argentina, desde 2015, el Senasa lleva a cabo el Programa Nacional de Vigilancia de la Resistencia Antimicrobiana, de manera integrada con el Ministerio de Salud de la Nación, en la producción intensiva de bovinos, porcinos y aves.

Con la Resolución 1119 de 2018 se dispuso eliminar el uso de los productos veterinarios con antibióticos en alimentos para animales de modo permanente.

La investigación

A pesar de los riesgos documentados, residuos de numerosos CIAs y otros antibióticos estuvieron presentes en muchas de las cadenas de provisión de carne vacuna en EE. UU. entre 2017 y 2022, según los análisis oficiales realizados por el Servicio de Inspección y Seguridad Alimentaria (FSIS) del Departamento de Agricultura de EE. UU. (USDA).

La investigación realizada sobre datos de los 10 frigoríficos de carne vacuna más grandes de EE.UU. reveló que todos tenían al menos un CIA en uso en una o más granjas que abastecían sus mataderos y que varios tenían hasta siete CIAs diferentes en uso.

Por ejemplo, los establecimientos que proveen reses a JBS (uno de los más grandes frigoríficos del mundo), que es proveedor de renombradas empresas como Wendy's, Walmart y Taco Bell, utilizaron siete CIAs.

También se descubrió que los proveedores de ganado de Cargill, que es uno de los proveedores oficiales de carne para las hamburguesas de McDonald's, tenían al menos cinco CIAs en uso.

Además de estos fármacos, también se encontraron otros tipos de antibióticos de uso frecuente en medicina humana.

Repercusiones y descargos

En la nota que publicó The Guardian pueden recogerse repercusiones y descargos. 
“El uso excesivo imprudente de antibióticos médicamente importantes en las granjas industriales es un importante contribuyente a esta amenaza mortal para la salud pública”, dijo Cory Booker, un senador estadounidense que lucha por controles más estrictos sobre cómo se pueden usar los antibióticos en la producción de alimentos. “Los agronegocios gigantes han construido un sistema que depende de este mal uso de los antibióticos para maximizar sus ganancias, sin tener en cuenta el grave daño que están causando”.

JBS dijo que aunque no era directamente responsable de administrar antibióticos al ganado, "apoyamos el uso de antibióticos médicamente importantes en nuestro suministro de ganado bajo la supervisión de veterinarios autorizados para uso terapéutico únicamente, definido como prevención, control y tratamiento de enfermedades, no para la promoción del crecimiento o la mejora de la eficiencia alimenticia”.

También Cargill hizo su descargo con los periodistas, señalando: “El uso juicioso de antibióticos evita que los animales enfermos ingresen al suministro de alimentos y garantiza que los animales no sufran enfermedades innecesariamente. Si bien apoyamos el uso responsable de antibióticos humanos en la producción de alimentos, nos comprometemos a no usar antibióticos que son de importancia crítica para los medicamentos humanos según lo define la Organización Mundial de la Salud”.

Cadenas como Walmart o Wendy's eligieron no responder la solicitud de comentarios. McDonald's en cambio sugirió revisar su declaración sobre uso de antibióticos en la web.

Allí se informan generalidades. Por ejemplo que “se han realizado pruebas piloto de monitoreo de antibióticos en la carne de res en Australia, Nueva Zelanda, Francia, Alemania, Irlanda, Polonia, Reino Unido, Canadá, Estados Unidos y Brasil.” (más del 80 % del suministro mundial de carne vacuna de la cadena a fines de 2021). No se informa el resultado de esas pruebas piloto y queda claro que no hay información sobre otros países.

Así mismo, los compromisos de la firma establecen que se eliminará “el uso de antibióticos definidos por la OMS como Antibióticos de importancia crítica y máxima prioridad (HPCIA, por sus siglas en inglés) de todos los [menús con carne de] pollos servidos para fines de 2027".