El gobierno de Brasil suspendió temporalmente las exportaciones de carne vacuna a China tras la confirmación de un caso de vaca loca en un animal en Marabá, Estado de Pará, en el Norte de Brasil.

Según informa en su artículo de hoy el diario Folha de Sao Paulo, la suspensión se basa en un protocolo de 2015 firmado por ambos países que establece un auto embargo de ventas a China cuando se identifica en Brasil un nuevo caso de enfermedad de las vacas locas, la encefalopatía espongiforme bovina.

“Siguiendo el protocolo sanitario oficial, las exportaciones a China serán suspendidas temporalmente a partir de este jueves. Sin embargo, se intensifica el diálogo con las autoridades para demostrar toda la información y el pronto restablecimiento del comercio de carne brasileña”, dijo el Ministerio de Agricultura, en una nota oficial que reproduce el periódico paulista.

Típica y atípica

Hasta junio de 2010 se habían diagnosticado en todo el mundo 220 personas afectadas por EBB, una enfermedad causada por una proteína fisiológica que puede cambiar a una configuración alternativa en la que es capaz de “contagiar” a otras proteínas este cambio y provocar la degeneración del tejido nervioso.

Pueden aparecer estos “priones” durante el proceso de envejecimiento de un animal y entonces se trata de casos “atípicos”; en contraposición, durante la epidemia originada en Inglaterra, quedó claro que el contagio se asociaba a la inclusión de restos de animales en las raciones del ganado. Más tarde se comprobó que las personas pueden contagiarse comiendo carne de animales enfermos.

Por eso cobra importancia el anuncio que hizo ayer el ministro de agricultura brasilero, Carlos Favaro, quién señaló que todo indica que la enfermedad es atípica, propia entonces, de bovinos de mayor edad.

El animal identificado tenía 9 años de edad y se habría criado en base a pasturas naturales, sin consumo de raciones, en una pequeña propiedad con un rodeo pequeño. Esto permite asumir que son muy altas las probabilidades de que sea un caso atípico. 

En esas condiciones, en principio, no habría riesgo para la población de comer carne vacuna y no se espera impacto en el consumo local, aunque sufrirán las exportaciones ya que, igual que para nuestro país, China es el principal destino de las exportaciones de carne vacuna brasilera.

Cuestión de método

La detección de los priones y la confirmación del diagnóstico requieren de técnicas muy complejas; de hecho, Brasil no dispone de la capacidad de laboratorio para identificar el tipo de enfermedad. Por tanto, hay que esperar a que la contraprueba que se realizará en Canadá confirme si se trata de un caso atípico.

Cuando se suspenden las exportaciones por este motivo, el Ministerio de Agricultura envía datos a las autoridades chinas para que se analice la situación de riesgo y se liberen las ventas de carne. El proceso, sin embargo, puede prolongarse durante meses.

Ya en 2021, Brasil permaneció sin enviar carne vacuna a China durante más de cien días, entre septiembre y diciembre. Entonces, se habían comunicado dos casos atípicos de la enfermedad registrados en Nova Canaã do Norte y en Belo Horizonte.

Posible impacto

Brasil cubre aproximadamente el 40% de los más de 2 millones de toneladas de carne vacuna que importa China. Por ese motivo, aunque la suspensión sea temporal, se espera impacto en el precio internacional de la carne vacuna.

Argentina a su vez es el segundo proveedor de carne vacuna a China, cubriendo cerca del 20% de las importaciones del país asiático. En esas condiciones, es la primera candidata a cubrir los faltantes que se producirán.

En los últimos años, alrededor del 75% de las exportaciones nacionales fueron a China, que con el crecimiento de su demanda interior desplazó las ventas a cualquier otro destino, aunque con cortes de menor valor promedio.

En 2022 Argentina produjo 3,13 millones de toneladas de carne vacuna, de las cuales se exportaron algo más de 630 mil toneladas, es decir que uno de cada 5 kilos de producción se exportó.

La cuestión es que, debido al impacto de las compras Chinas sobre los precios y la disponibilidad en el mercado nacional, el gobierno decidió aplicar restricciones a la exportación de los cortes de consumo popular. Son 7 cortes los que están interdictos y las cuotas habilitadas forman parte de una negociación permanente entre los frigoríficos exportadores y el gobierno nacional.

Ahora se sumará un factor de presión adicional en esas negociaciones, que el gobierno sostiene con una mirada puesta en los índices inflacionarios y los empresarios con la atención puesta en una oportunidad de negocios que puede hacer escasear la carne en el mercado local.