Veinte empresas ganaderas son responsables de más emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) que Argentina, Alemania, Gran Bretaña o Francia, y están recibiendo miles de millones de dólares en respaldo financiero para hacerlo, según un nuevo informe de activistas ambientales.

La cría de ganado contribuye significativamente a las emisiones de carbono, y la agricultura animal representa el 14,5% de las emisiones de gases de efecto invernadero del mundo. Los informes científicos han descubierto que los países ricos necesitan grandes reducciones en el consumo de carne y lácteos para poder hacer frente a la emergencia climática, con alguna chande de éxito.

Entre 2015 y 2020, las empresas cárnicas y lácteas mundiales recibieron más de 478.000 millones de dólares en respaldo de 2.500 fondos de inversión, bancos y fondos de pensiones, la mayoría de ellos con sede en América del Norte o Europa, según el Atlas de la Carne, compilado por la organización Amigos de la Tierra y la fundación política europea, Heinrich Böll Stiftung.

Portada del informe mencionado. Imagen: Ellen Stockmar, edición: Roland Koletzki
Portada del informe mencionado. Imagen: Ellen Stockmar, edición: Roland Koletzki

Con ese nivel de apoyo financiero, el informe estima que la producción de carne podría aumentar en otros 40 millones de toneladas para 2029, hasta alcanzar los 366 millones de toneladas de carne al año.

Aunque es probable que la gran mayoría del crecimiento se produzca en el sur global, los mayores productores seguirán siendo China, Estados Unidos Brasil y los miembros de la Unión Europea. Argentina se encuentra 7° en ese ranking, detrás de Rusia e India, que completan los siete primeros puestos de este particular ranking. Se espera que aún hacia 2030, estos países produzcan el 60% de la producción mundial de carne.

Tres cuartas partes de todas las tierras agrícolas se utilizan para criar animales o los cultivos para alimentarlos, dice el informe. Infografía: Meat Atlas 2021 / OCDE, FAO
Tres cuartas partes de todas las tierras agrícolas se utilizan para criar animales o los cultivos para alimentarlos, dice el informe. Infografía: Meat Atlas 2021 / OCDE, FAO

En todo el mundo, dice el informe, tres cuartas partes de todas las tierras agrícolas se utilizan para criar animales o los cultivos para alimentarlos. “Solo en Brasil, 175 millones de hectáreas se dedican a la cría de ganado”, una superficie de tierra que equivale aproximadamente a la “superficie agrícola completa de la Unión Europea”.

Y para colmo, se concentra el mercado

El informe también señala que se consolida la tendencia a la concentración y reducción de la competencia en el sector de la carne y los lácteos, con las empresas más grandes comprando a las más pequeñas. En esta dirección, también se espera que aumenten las dificultades para los modelos de producción de alimentos más sostenibles.
El reciente interés mostrado por las empresas del sector en las alternativas y sustitutos de la carne aún distan de ser una solución, señala el informe.

“Todo esto interés, tiene fines de lucro y realmente no aborda los problemas fundamentales que vemos en el actual sistema alimentario centrado en las proteínas animales que está teniendo un impacto devastador en el clima, la biodiversidad y en realidad está dañando a las personas en todo el mundo”, dijo Stanka Becheva, un activista de la agricultura y la alimentación que trabaja con Amigos de la Tierra.

La conclusión, dijo Becheva, es que "debemos comenzar a reducir la cantidad de animales comestibles en el planeta e incentivar diferentes modelos de consumo". 
También se necesita más regulación de la industria cárnica, dijo, “para asegurarse de que las empresas paguen por los daños que han generado a lo largo de la cadena de suministro y para minimizar los daños adicionales”.

Por el lado de la inversión, Becheva dijo que los bancos e inversores privados, así como los bancos de desarrollo como el Banco Mundial y el Banco Europeo para la Reconstrucción y el Desarrollo deberían dejar de financiar proyectos intensivos de producción de proteína animal a gran escala.