Haití se encuentra desde hace varios días en medio de violentas protestas. Las manifestaciones se agudizaron hace una semana cuando el Gobierno declaró una urgencia económica, que implica reducir el costo de los bienes de primera necesidad, incrementar el acceso al crédito de las pequeñas empresas, para intentar paliar la crisis.

La indignación de los haitianos creció hace unos días cuando el Tribunal Superior de Cuentas emitió un informe de auditoría sobre la calamitosa gestión y las posibles desviaciones de fondos prestados desde 2008 por Venezuela a Haití para financiar su desarrollo económico y social. Alrededor de 15 exministros y altos funcionarios han sido señalados.

Lo más grave es que el actual presidente, Jovenel Moise, encabezaba una empresa que se benefició de los fondos para un proyecto de construcción de una carretera, proyecto para el que no se firmó ningún contrato.

Este lunes, las calles de Puerto Príncipe estuvieron prácticamente vacías, con la docencia y el transporte paralizados, y solo se observan algunas motocicletas que ofrece servicio de transporte.