Ya nadie pone en duda que el transporte automotor del futuro será eléctrico: desde el liderazgo en China (en dónde 1 de cada 6 vehículos nuevos es eléctrico) hasta las fechas de caducidad que empiezan a ponerse en vigencia para entregar unidades con motor a combustión en Europa y los Estados Unidos, nada nubla el horizonte de esta industria.

Pero las cuestiones se hacen complejas cuando hay que imaginar un futuro para los transportes que demandan mucha más potencia: los aviones, los grandes navíos, el transporte de cargas terrestres, en trenes o camiones.

Allí hay una competencia abierta por el dominio de la tecnología que resuelva del modo más limpio y económico (del modo más sustentable, bah) la forma de mover grandes cargas.

Y los experimentos y propuestas ya están en el mercado: desde trenes operados a hidrógeno hasta autopistas eléctricas para camiones pesados, que terminan siendo como gigantescos tranvías en autovías del futuro.

En este rubro tal vez la apuesta más innovadora sea el Einride Pod, el primer camión autónomo, eléctrico y sin conductor que obtuvo permiso para transitar por la carreteras de los Estados Unidos y fue desarrollado por la empresa sueca Einride. Claro, esta es una apuesta que depende de superar permisos complejos de obtener porque nadie quiere ver vehículos sin conductor estrellándose.

La apuesta de Volvo

Volvo ya había lanzado sus camiones a GNC y GNL, disponibles en todo el rango de cargas. La cuestión es que el gas también es un combustible contaminante, con menor huella de carbono que el gasoil, pero dentro de la lista de los contaminantes de cualquier modo. 

La empresa sueca ya tenía una línea de camiones a GNC y GNL. Imagen: volvotrucks.es
La empresa sueca ya tenía una línea de camiones a GNC y GNL. Imagen: volvotrucks.es

Al fin y al cabo lo que se busca es que no haya que quemar ningún combustible fósil. Y en la concepción de Volvo, el futuro de cargas no prescindirá de los conductores.

Por eso la empresa sueca avanzó en el concepto del camión 100% eléctrico, con fuerza motriz provista por gigantescas baterías. Aquí el problema a solucionar es que una buena parte de la energía consumida, se emplea para transportar el peso …. ¡de las propias baterías!

Por eso la cuestión del dominio tecnológico es crucial en este punto: había que diseñar baterías que pudiesen entregar la potencia necesaria para mover grandes cargas sin que el grueso de la potencia se utilice en mover las reservas de energía.

Volvo comenzó con el lanzamiento en 2019 de dos camiones eléctricos urbanos, uno para entregas y otro para manejo de residuos hasta 16 toneladas. Ahora agregó otros 3 modelos que permiten transportar hasta 23 toneladas con una carga total de 44 toneladas, transformándose en la primera marca del mercado en tener una gama completamente eléctrica.

Estos modelos tienen hasta 300 km de autonomía con carga completa y pueden recargarse en 2,5 horas si se enchufan a una red domiciliaria de 220 Volts.

El desarrollo de estos vehículos pesados cero emisiones, indicaron desde la compañía, se enmarca en la estrategia de la firma para descarbonizar el transporte de mercancías.
Los camiones pesados de Volvo que completan su flota eléctrica desempeñan "un papel fundamental en el reto global por reemplazar sus versiones diésel en un 100% para 2040" según informa la marca en su web.

La presentación oficial de Volvo Trucks: ¿estás preparado para la electrificación?