En el marco del VIII Congreso Internacional de la Lengua Española, el poeta y cantante español Joaquín Sabina es una de las figuras centrales del evento.

Esta tarde participó del panel que lleva el nombre: Poesía y diversidad cultural, presidida por Rafael Oteriño, y coordinada por María Negroni. Además formaron parte de la mesa: José Mármol, Guillermo Saavedra, Elvira Sastre y Carlos Schilling.

"Entre tanto poeta y erudito me siento un impostor, pero siempre me ha gustado asistir a fiesta en las que se supone que no tendría que ser invitado", expresó en su presentación.

De campera de cuero y camisa el cantautor español leyó, ante el auditorio del teatro San Martín que lo recibió con un aplausos, fragmentos en prosa y algunos poemas.

"Lo peor del amor cuando termina son las habitaciones ventiladas, el puré de reproches con sardinas, las golondrinas muertas en la almohada. Lo malo del después son los despojos que embalsaman el humo de los sueños, los teléfonos que hablan con los ojos, el sístole sin diástole ni dueño. Lo más ingrato es encalar la casa, remendar las virtudes veniales, condenar a la hoguera los archivos. Lo atroz de la pasión es cuando pasa, cuando al punto final de los finales no le siguen dos puntos suspensivos", leyó Sabina.

El artista español también reivindicó la poesía rimada pese a decir que no esta de moda. "La rima es la música de la poesía y además le da al lector unas perchas por donde colgarse", afirmó.

Sobre el final el público pidió que cantara pero Sabina con ironía dijo: "si ustedes supieran la emoción que siento de no tener que cantar".

Está noche, también en el Teatro del Libertador San Martin, se realizó un homenaje desde el tango. En esta oportunidad, Sabina no cantará sino que será homenajeado por artistas.

Se hizo un concierto musical y poético que tributa la faceta de Sabina poeta y tuvo como protagonistas a la Orquesta de Cuerdas Municipal, dirigida por Santiago Ruiz. También participaron los cantantes Adriana Varela, Silvia Lallana, Gustavo Vicentín, Carlos Habiague, Marcelo Santos; y los bandoneonistas Damián Torres y Pablo Jaurena.

El concierto ofreció una serie de canciones en la voz de cada intérprete, alternando con lectura de poesía del propio Joaquín junto a reconocidos poetas españoles como Elvira Sastre, Luis García Montero y Benjamín Prado; y la cordobesa Luciana Bedini.

El repertorio contempló “Sur”, “Donde habita el olido”, “Pasional”, “Afiches”, “Y sin embargo”, “Volver”, “Hace tiempo”, “Mereció la pena”, “Mano a mano”, “Tan joven y tan viejo”, “Yira, yira”, “Malena”, “Una canción para la Magdalena”, “Garganta con arena” y “Contigo”, con arreglos musicales de Manuel Ruiz.