Julián Gaute, de 13 años, vive en San Joaquín, una pequeña comuna de 100 habitantes en el sudeste de Córdoba donde no existe una escuela de educación especial. A diario, Julián “hace dedo” 22 kilómetros para trasladarse desde el lugar donde vive, a la escuela especial ubicada en Jovita, ida y vuelta.

Fernanda Flores, es la camionera que se encontró a Julián a la salida del colegio y lo alcanzó hasta su casa. Al conocer su historia le tomó una foto y la compartió en Facebook pidiendo a sus compañeros que lo lleven también.

Trinidad Robles, mamá de Julián, contó a La Voz que su hijo tiene un retraso leve y asiste al segundo año del secundario especial Nicanor Toledano González, de Jovita. Explicó que cuenta con pasaje gratis por discapacidad pero en los horarios que Julián debe ir o volver del colegio, no hay transporte.

Julián, el niño que hace dedo para ir a la escuela a 22 km de su casa