La posibilidad que manejan los clubes es de reanudar la competencia más adelante pero a puertas cerradas.

"Por supuesto buscamos la manera de reanudar la actividad. Pero no es realista imaginarse jugar con público en esta temporada", indicó el jefe de la Liga Alemana de Fútbol (DFL), Christian Seifert, tras la asamblea celebrada por videoconferencia entre sus miembros.

La decisión de mantener en suspenso la temporada afecta a los 36 equipos profesionales de la primera y la segunda división.

"Tenemos que esperar a que vuelva a ser posible disputar los partidos con cierta normalidad", añadió Seibert. Por lo pronto ésa no es la situación actual, "no solo desde el punto de vista del interés futbolístico, sino también del conjunto de los ciudadanos", apuntó.

La temporada quedó interrumpida a principios de marzo, en principio hasta el 2 de abril. La cúpula de la propia DFL recomendó el 24 de marzo prolongar la suspensión hasta el 30 de abril, cuestión que se ha visto refrendada por la asamblea, pese a las dificultades económicas que ello implica para muchos clubes.