Roger fue a almorzar a Cabaña Las Lilas, un tradicional restaurant de Puerto Madero. Y allí quedó cautivado por el asado y las achuras. Es más, ante los periodistas aceptó, entre sonrisas, que llegaba “con la panza llena”.

El deportista entró por la puesta principal con mucho despliegue de seguridad, Se sentó en el salón principal con vista al río y permaneció dos horas en el establecimiento.

Como entrada, degustó chorizo, morcilla, provoleta y mollejas. Luego, probó el ojo de bife a punto con papas fritas, espinaca a la crema, cebollines asados y champiñones a la provenzal. Y probó el menú completo: también comió postre y tomó un café.

Como agradecimiento, Federer dejó un mensaje en el libro de visitas. “Gracias por un maravilloso almuerzo. La comida estuvo perfecta. Espero volver en alguna otra ocasión”, escribió; y rubricó su misiva.

Luego de su estadía en Buenos Aires, el suizo realizará una gira por Latinoamérica en la que se presentará en México, Colombia y Chile, también contra Zverev.

La comida que cautivó a Roger Federer en Buenos Aires