Emanuel Ginóbili recibió un gran homenaje este jueves en la NBA, sin precedentes para un basquetbolista argentino.

El bahiense dejó la actividad profesional y su histórico club, San Antonio Spurs, decidió retirar la camiseta número "20", que vistió durante 16 temporadas.

Con el equipo de San Antonio ganó 4 anillos de la NBA y se transformó en uno de sus máximos referentes de todos los tiempos.

La ceremonia tuvo diferentes momentos pero el más importante se realizó una vez finalizado el partido disputado entre los Spurs y los Cavaliers. Entre las perlas que dejó el encuentro, la gran figura de San Antonio, DeMar DeRozan vistió zapatillas alusivas al ídolo bahiense y se calzó la bandera argentina en sus pies.

Como suele ocurrir en este tipo de homenajes, al que sólo accede una elite, el agasajado estuvo acompañado por jugadores, familiares y amigos.

Entre ellos, los integrantes de la Generación Dorada tales como Fabricio Oberto, Gabriel Fernández, Pepe Sánchez, Alejandro Montecchia, el Chapu Nocioni, Pablo Prigioni y Luis Scola, todos comandados por el periodista Adrián Paenza, en una mesa redonda ubicada en el centro de la cancha.

Fue evidentemente una noche argentina en el medio de una jornada NBA, algo que evidencia la importancia que el mundo del básquet le da a la labor tanto dentro como fuera del campo de Manu.

"Queremos reconocer a uno de los mejores deportistas de la historia argentina", comenzó Paenza.

Luego le dio la palabra a sus amigos de la Generación Dorada, quienes contaron anécdotas del crack argentino.

"Argentina se ha hecho de dos ciudades en el mundo: Napoli por Maradona y Barcelona por Messi. Y ahora se agrega una tercera, que es San Antonio, por Manu Ginobili", cerró Paenza.

Más tarde el resultado final, con la victoria de los Spurs, fue anecdótico al menos para el mundo básquet argentino.

Todos esperaban el broche de oro. El retiro del dorsal 20 al techo del estadio de San Antonio, en camino directo al olimpo deportivo.

Un video con los mejores momentos de Ginóbili en la NBA fue el prólogo del homenaje. Después, Manu ingresó con su familia a un estadio que aplaudió de pie a su héroe.

La palabra la tomó Sean Elliott, figura histórica de la franquicia de Texas en los noventas. "Todos fuimos testigos de su grandeza", dijo.

Pasaron Tony Parker, Tim Duncan, Gregg Popovich, todos compañeros de aventuras del bahiense.

La camiseta flotó en el aire y se instaló en el cielo del estadio.

Fue una noche mágica para Emanuel Ginóbili. Fue una noche mágica para los amantes del básquet en nuestro país.