Ambos comparten una linealidad de vida, salvando distancias varias.

En la conferencia de prensa de asunción, este domingo a Diego Maradona le preguntaron con qué boxeador compararía a Gimnasia, su flamante hogar laboral, y no dudó: “Con Ballas. Porque es jodido en cualquier parte del mundo".

La elección del astro del fútbol no pareció casual, amén de su gusto por el boxeo.

Fue el propio Diego quien, siendo ambos muy jóvenes, le pidió una foto a Gustavo en pleno Luna Park, antes de una presentación ante otro cordobés, Santos Falucho Laciar.

Ballas lo recuerda: “Vino (Jorge) Cysterpiller a preguntarme. Y era yo el que tenía que pedir permiso. Diego vino varias veces a verme. Después lo vi en Córdoba, en una exhibición con ‘Falucho’. Ahí mostró que era muy guardabosque, porque en broma lo mandé a mi hija a preguntarle por Gianina, y entendiendo el chiste, le dijo ‘No te hagás el vivo porque te voy a cachetear’”.

Nacido en Villa María hace 61 años, fue campeón Supermosca en 1981 y tuvo, al igual que Maradona, una infancia compleja.

“Yo fui feliz. Tuve que dejar la escuela en quinto grado para trabajar y no tuve como costumbre decir la palabra mamá. Eramos cinco hermanos y nos crió mi papá”, le confió al programa Mirá Quien Habla, de FM 102.3.

También hicieron un paralelo en el mundo deportivo, con éxitos varios, pero Ballas debió, en condiciones similares a Maradona, recuperarse de su adicción a las drogas.

Al respecto dijo: “El que te dice que es fácil te miente. Sufrí mucho y tuve ataques de abstinencia. Pero pude salir, gracias a mi familia. Ahora terminé la escuela primaria, me falta un año del secundario y quiero estudiar Psicología, para especializarme en adicciones”.