En su laboratorio, ubicado en Buenos Aires, Marina Simian pasa buena parte de sus horas investigando sobre terapias para el cáncer, fundamentalmente de mama, a través de la nanotecnología.

Es investigadora del Conicet pero además de que “la plata no alcanza”, de los fondos que obtuvo a través del Fondo para la Investigación Científica y Tecnológica (FONCYT), “el Estado no cumple con el monto correspondiente para cada año” y “ese dinero se ha devaluado fuertemente”.

Asumiendo que al tener becarios a su cargo asume “una responsabilidad”, por tener que formarlos durante cinco años, decidió junto a ellos postularse para ingresar al programa ‘Quien quiere ser millonario’, de Telefé.

Y este martes obtuvo el premio máximo, de $ 500.000.

Este miércoles, en diálogo con el programa Nada del otro mundo, dice: “Es un alivio contar con estos fondos. Pero sólo nos sirven para cubrir lo que tenemos que pagar este año, entre las becas, reactivos y equipamientos”.

Considera “una pena que no se reconozca nuestro trabajo”, y “lo importante que es invertir” en ciencia y tecnología.

“Los becarios que hacen su doctorado bajo mi dirección y tengo esa responsabilidad. La plata no alcanza, porque lo que usamos en el laboratorio tiene costo en dólares, son importados y salen cuatro veces más acá que en el exterior. Si el Estado no me paga, situación problemática. Si el Estado no me paga, vamos a perder nuestra tradición científica, y eso me duele muchísimo”, dijo en FM 102.3.

Indicó que los científicos cuentan con “subsidios no pagos y salarios de los que menos se actualizaron”, lo que hace “imposible sobrevivir en estas condiciones”, porque “no puedo estar en mi laboratorio sin plata para trabajar”.

Y concluyó: “Llega un punto en que uno dice ‘Hasta acá llegué’ y se busca otra cosa, tal vez menos especializada”.