Por estas horas, el transporte es, en tierras cordobesas, cuestión de Estado.

Es que, se sabe, los conflictos están a flor de piel.

Desde el sector interurbano, con un acuerdo a último momento en un contexto de incumplimientos de la firma ERSA, hasta el servicio urbano de la ciudad de Córdoba.

El apuntado es el mismo: la empresa del grupo Romero. A sabiendas de las variadas dificultades, ya dejó de un momento a otro la prestación en Santiago del Estero, y acaba de cerrar el servicio fluvial Cacciola, que hacía en el Tigre hacia Uruguay.

Ahora, le apuntan desde la Municipalidad capitalina, con la salvedad de que la actual gestión es la que le otorgó la posibilidad que hoy cuenta con más de la mitad del servicio urbano, además de gerenciar líneas de Autobuses Santa Fe.

El secretario de Transporte, Pablo Farías, fue tajante: “ERSA se ha tomado atribuciones que no le corresponden, como comunicar por un tweet la reducción de frecuencias por receso invernal, cosa que nunca se hizo, y sin consultar con la administración municipal”.

Con la promesa de sanciones, el funcionario le confió al programa Crónica Matinal que como primera medida “administrativamente es irregular”, que “no se lo vamos a tolerar” y adelantó una citación al gerente de ERSA.

Adujo que la firma correntina sería la única en tal condición.