El viernes le metió presión al verano cordobés, aunque la alta humedad reinante hizo implosionar el día.

La sensación térmica llegó a alcanzar, en las primeras horas de la tarde, los 48,5 grados.

Después, llegaría la tormenta.

Para este sábado, una madrugada marcada por lluvias y la inestabilidad marcan el pulso.

El pronóstico, con una máxima de 26 grados, reza "tiempo húmedo, tormentas y mejoramientos temporarios".