La eterna transición en el cambio de gobierno de la Municipalidad de Córdoba sigue su camino, y también sostiene sus complicaciones.

La gestión electa aduce que “la información empezó a fluir hace una semana”, que las autoridades salientes “están entregando datos incompletos”, pero que “somos hombres de diálogo”.

Evitando cuestionamientos, el próximo intendente, Martín Llaryora, adujo que “vamos a hablar con todos los sectores”, y planteó las complicaciones de su deseo.

“Queremos que Córdoba mejore, pero esto no va a ser fácil ni por arte de magia. Sino, ya lo hubieran hecho otros. Vamos a requerir del esfuerzo de todos”, sentenció ante la cámara de Canal 10.

Su presencia se dio en el acto realizado en el Cabildo, donde recibió su diploma.

Allí estuvo acompañado de su esposa y el intendente de San Francisco, Ignacio García Aresca.

Adujo, a su vez, que eran de público conocimiento “las complicaciones económicas” por las que atraviesa el municipio, y confirmó: “Vamos a asumir sin tener la plata para pagar sueldos de diciembre y aguinaldo”.

Llaryora y una Municipalidad sin fondos: “No va a ser fácil que Córdoba mejore”