El escándalo provocó que el jefe de equipo Hernán Amaya y la directora de Desarrollo del básquet femenino, Karina Rodríguez, presentaron la renuncia a sus respectivos cargos. Justamente Amaya, que en su cuenta de Twitter se presenta como "Coordinador equipos nacionales femeninos – Confederación Argentina de Básquetbol", realizó su descargo en las redes sociales.

"Quiero solamente aclarar que durante todos estos años, CABB ha trabajado como nunca en apoyo a nuestra actividad. Por primera vez fuimos escuchados, nos permitieron crecer, se apostó y se invirtió en el desarrollo. Que MI error no sirva de argumento erróneo", subrayó. "Es uno de los momentos más tristes de mi carrera. Asumo total responsabilidad por lo sucedido. Ya he presentado mi renuncia al cargo", concluyó.

El error radicó en que la Confederación decidió no llevar un utilero en la delegación para priorizar la plaza en pos de contar con médico propio, más allá de que el Comité Olímpico Argentino siempre cuenta con uno disponible para los deportistas.

El combinado masculino, conducido por Sergio Hernández y liderado por Luis Scola y Facundo Campazzo, por ejemplo, sí llevó utilero.

Una falla que opacó el crecimiento de las Gigantes y su paso por Lima 2019: cerrarán la zona frente a las Islas Vírgenes sin la posibilidad de acceder a las semifinales.

Lo que dijo el responsable del escándalo de las camisetas del Básquet Femenino