Nueva Zelanda volvió demostrar su poderío y en su segunda presentación pasó por encima a Canadá, con 9 tries y la presencia de los tres hermanos Barrett, para un global de 63-0.

Desde el primer minuto los All Blacks salieron a pasar por encima a su rival. Desde la salida, recuperaron la pelota y antes del minuto llegaron al ingoal, aunque no fue try porque la pelota quedó encima de un jugador canadiense. Pero era sólo el preludio de lo que vendría.

A los cinco minutos, el scrum fue para adelante y el árbitro otorgó el try-penal. Antes de los 10', Jorde Barrett apoyó el segundo tras una exquisita habilitación de Mo'unga con un kick cruzado. Sonny Bill Williams apoyó el tercero y Beauden Barrett sumó el del bonus antes del cierre de la primera etapa, para un parcial de 28-0.

El arranque del segundo tiempo fue demoledor por parte de los hombres de negro. Una seguidilla de cuatro conquistas en diez minutos demolió a los Canucks: Rieko Ioane, Scott Barrett, Shannon Frizell y Brad Weber. Este último, además, apoyó el segundo en su cuenta personal a los 17'.

La goleada dejó varias perlitas: por primera vez en una Copa del Mundo, tres hermanos jugaron juntos con la camiseta de los All Blacks, pero como si fuera poco, los tres apoyaron para que la estadística sea aún más enriquecedora. Con esta goleada, los All Blacks quedaron a un paso de la clasificación a cuartos de final.