Todo empezó en la puerta 10, que es uno de los dos ingresos a la popular local del Nuevo Gasómetro. Un hincha saltó el molinete y corrió hacia el bajo tribuna donde estaba reunida la barra brava. Y la policía, en vez de dejarlo, se lo quiso llevar y los violentos intercedieron para que eso no ocurriera. De ahí se llevaron cuatro detenidos.

Después, cuando un grupo de la policía se iba para la platea, Cristian Evangelista, alias Sandokán, el ex jefe de la barra de San Lorenzo, los empezó a insultar en el playón y entonces lo detuvieron junto a otra persona por atentado y resistencia a la autoridad.