A pocos días de la ruptura formal de Cambiemos en Córdoba, los candidatos de cada uno de los espacios en que se fracturó la alianza (UCR y Córdoba Cambia) aseguran que es hora de mirar hacia mayo y dejar atrás las rispideces que caracterizaron el tumultuoso proceso.

A su turno, los postulantes a la intendencia y a la gobernación ajustan sus miras y apuntan a Unión por Córdoba como objeto de sus incipientes proposiciones proselitistas.

Sin embargo, a medio camino entre el confesionario y la trinchera, la frustración por lo que podría haber sido y nunca será continúa retumbando con cada paso.

Hoy fue el turno de Luis Juez, quien admitió la existencia de vanidades incorregibles detrás de aquel intento de armado.

"El destino te presenta oportunidades y la vanidad no permite verlas. Algún mérito he hecho para ser candidato a gobernador. Cuando planteé si había posibilidades de serlo, me dijeron que no, que en Córdoba el candidato sería radical. Yo dije que armáramos un equipo competitivo y pregunté dónde puedo ser competitivo. Se midió y en la ciudad de Córdoba estoy bien parado, lidero las encuestas, propias y ajenas. Desde acá empujo. Pero para armar un equipo se requería una cuota de humildad, de comprender que el proceso nos podía dar una oportunidad. Todavía la tenemos: vamos a ganar la Capital. Pero estamos haciendo un esfuerzo que sería menor si hubiésemos logrado acomodar esta hoguera de vanidades", expresó en diálogo con Entre Nosotros Rebeca.

De inmediato, repasó las distintas instancias que se fueron frustrando para lograr una coalición.

"Hice un esfuerzo descomunal para que lleváramos a cometido cada uno de los mecanismos que acordábamos. Dije que nos sentáramos a discutir hasta que pudiésemos tener el máximo nivel de consenso. Me senté a charlar con gente con la que estaba enfrentado. Agotada esa etapa me dijeron que venían las encuestas. Acordamos todos que los resultados de las encuestas ordenarían, que el que estuviese primero encabezaría, que el que seguía lo acompañaría y a partir de ahí distribuíamos el equipo. Cuando vinieron los números, los que tenían que tener algún gesto dijeron que esos no eran los números, trajeron otras encuestas. Después se corroboraron que esos números no eran los que correspondían", prosiguió.

Y de inmediato cargó contra el actual intendente y candidato a gobernador por la Unión Cívica Radical.

"Mestre tuvo una conducta extremadamente caprichosa, personalista, individualista, egoísta. Vos no podés definir un partido a partir del lugar que ocupás en la cancha. Nadie te dice que no, pero si tenés dificultades y te interesa el equipo, ubicate en otro lado", disparó.

"Se lo dije claramente: “Este no es tu momento. Tus números no son buenos. Tu gestión no te acompaña. El rechazo que tenés en la sociedad es fuerte. La ciudad que vos liderás no te está acompañando para que vos te sientes a liderar este proceso. En cualquier barrio los vecinos te van a decir que tienen problemas básicos. La ciudad no está bien. Y si vos lo que tenés para vender es la ciudad y los votos no te acompañan, podés tener una cuota de humildad y ver cómo te ubicás en el equipo", añadió.

Apoyando su percepción sobre la candidatura del actual intendente, el ocupante del palacio 6 de Julio aseguró que Mario Negri cuenta con mayor intención de voto. Por tal razón, asevera, el gobernador Schiaretti prefería la postulación de Mestre.

"Los números le dan mejor a Negri que a Mestre, sin dudas. Hoy, para enfrentar un proceso de 20 años, como el de UpC, lo de Negri tiene más robustez. Si no, sos funcional. Schiaretti quería que el candidato fuera Mestre porque quería comparar gestiones. En términos de robustez de proceso político, lo de Negri es mucho más sólido. Es un tipo acostumbrado a pararse en situaciones difíciles. Hace mucho tiempo que en Córdoba no teníamos un candidato que pudiese desafiar al poder con temas centrales que en Córdoba hace rato no se discuten, como seguridad, salud, educación, producción, obra pública", señaló.

Congruentemente, Juez dirige su discurso electoral hacia el Panal, sede de la Gobernación.

"Estamos concentrados en disputar con Unión por Córdoba. Son 20 años de un mismo gobierno. Nuestra pelea será con Llaryora, un tipo que traen de otra ciudad porque no tienen candidatos que midan más de 7 u 8 puntos. Traen a Llaryora que es un producto de laboratorio, al que han asistido durante mucho tiempo. Debe ser el tipo que más campaña tiene. Debe ser el tipo con más plata puesta en fierros, en medios", afirma.

De igual manera, el ex embajador en Ecuador cree que la experiencia acumulada en su anterior paso por el gobierno de la ciudad es una ventaja respecto de sus competidores.

"Conozco los problemas con una profundidad que otros no conocen. Pasaron 12 años desde que fui intendente y muchos de los problemas que tenía esta ciudad hoy son más graves. La ciudad creció desordenadamente. No podemos permitir que los desarrollistas inmobiliarios armen la ciudad como quieren. Es un desorden porque cada uno ha hecho lo que ha querido", diagnostica.

Luis Juez: "Schiaretti quería que el candidato fuera Mestre"