El lugar elegido por Mauricio Macri para dar por concluidas sus vacaciones, aunque antes de volver a Casa Rosada, fue la lejana Ushuaia.

Allí, en su visita a una planta de tratamientos de líquidos cloacales, inició su agenda por el sur, donde recalcó la importancia de “el saneamiento”, que apunta a “cuidar la calidad de vida, la salud, el ambiente y todo lo que rodea a la vida diaria de las personas”.

En el arranque de 2019, volvió a valorar a su gestión, aduciendo que sus políticas están en proceso: “El cambio necesitaba bases sólidas sobre las cuales poder crecer: cimientos. Cuando uno los tiene puede construir, proyectar. Eso es lo que estamos haciendo".

Al hablar de sus primeros años de gestión, dejó en claro su conformismo con la aprobación del Presupuesto 2019, que apunta al “déficit primario cero”, excediendo el pago de intereses de deuda, que continuará su rumbo.

Destacó “el trabajo en conjunto” en el Congreso, haciendo saber la necesidad de “aprobar un Presupuesto serio y honesto”.

Posiblemente apuntando a su talón de Aquiles, los números de la economía y el período de crisis, dijo que “cuando se gasta más de lo que se tiene”, hay “más inflación y generarnos deuda”.

Mientras, este martes el INDEC dará a conocer los números finales del Índice de Precios al Consumidor, que determinarán las subas más importantes desde 1991.

Adujo que, en el camino, “dejamos banderías políticas de lado”, porque “lo importante es la gente”.

Durante su discurso pidió por el fortalecimiento de las instituciones, y destacó la importancia de “una justicia independiente”, que “termine con la impunidad y nos de tranquilidad”.

Macri culpó a presupuestos anteriores de la inflación y la deuda contraída