En la entrevista televisiva, la secuencia fue casi la misma, en la rutina del ida y vuelta de entrevistado y entrevistador.

El presidente Mauricio Macri volvió a hablar del Poder Judicial, valoró los “230 nombramientos de jueces independientes y por concurso” y, como rasgo positivo, dijo que “hoy se puede investigar al presidente”.

Luego de pasar por su padre Franco y la ‘patria contratista’, considerando que “cometió un delito”, consideró como “un pleito muy complejo” el caso del Correo Argentino, donde el Estado lleva adelante un proceso judicial contra la familia Macri.

En el caso, denuncias por la quita de intereses en el pago que había aceptado en su momento el Ministerio de Comunicaciones, hicieron rever una decisión que al país le hubiera costado, según el cálculo, unos setenta mil millones de pesos.

El mandatario dijo que es “un aporte” que tanto él como su familia se sometan a la Justicia, dijo que “no me meto” en decisiones del tal poder, y agregó: “Más transparencia en lo que hago, no le puedo dar”.

Consideró que su vínculo con los Panamá Papers fue “un disparate”, y que su “única intencionalidad” es “que el país salga adelante”.

En el mismo sentido, fue consultado por la investigación de lo que el juez Alejo Ramos Padilla consideró “un sistema de espionaje ilegal de magnitudes” involucrando a todos los poderes del Estado, Macri volvió a reiterar la intención oficial de solicitar el juicio político.

“No es un juez que actúe con ecuanimidad. Se prestó para un show mediático-político y no es la primera vez que lo hace, ha hecho varias. Esperemos que el Consejo evalúe destituirlo”, sentenció.