Mientras el nuevo secretario de Comercio Interior, Roberto Feletti, busca cerrar la lista de productos y precios congelados hasta comienzo de 2022, el INDEC publicó en su reporte mensual que la inflación de septiembre fue del 3,5%. La más alta en los últimos seis meses y una de las peores cifras del año que ya acumula un 37% desde enero.

En este contexto, Andrés Wainer, investigador de CONICET y del Área de Economía de la FLACSO, consideró que la nueva medida que intenta aplicar el Gobierno puede ser positiva pero a su vez entiende que si logra tener éxito "no es algo que puede sostenerse mas allá de periodos cortos de tiempo".

"El congelamiento es un parche para lograr que no aumenten los precios, sobre todo de los alimentos que es un tema muy sensible. Es un intento por aplacar hasta que haya medidas más fuertes", dijo Wainer en comunicación con Nada del Otro Mundo.

Al momento de señalar cuáles son las principales causas que generan el problema crónico de inflación en Argentina, el investigador señala un aspecto "histórico" de la matriz productiva y comercial del país.

"Las causas profundas y estructurales de la inflación, y en particular de los alimentos, es que consumimos lo mismo que exportamos. Entonces, en la medida que aumenta el tipo de cambio o los precios internacionales, eso impacta en la canasta de los argentinos", dijo en FM102.3.

Andres Wainer, investigador y economista - NDOM (15/10)

Entre las herramientas para aplacar el incremento de precios, Wainer señala dos: el control del tipo de cambio (evitando devaluaciones bruscas) y la aplicación de retenciones "para tratar de desacoplar esos precios internacionales sobre los precios internos".

"Las retenciones hoy son un problema más político que económico. Desde 2008 se convirtió en una puja política muy difícil de modificar. Pero es un nudo ha resolver".