Las organizaciones sociales que se nuclean en la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP) marcharon el sábado 7 de agosto en el marco del día de San Cayetano, patrono del pan y del trabajo, donde se expusieron las urgentes demandas de estos sectores que incluyen a facciones que han acompañado al gobierno nacional pero que también advierten por las consecuencias de la crisis.

"Veníamos arrastrando pandemias. Fueron 4 años del gobierno anterior y con el coronavirus la situación se agravó. No hay laburo, no hay servicios, falta conectividad para los pibes", expresó Dina Sánchez, secretaria general adjunta de UTEP, en conversación con el programa Nada del Otro Mundo.

Entrevista a Dina Sánchez, sec. adjunta de UTEP - NDOM (09/08)

Bajo la consigna "Tierra, Techo y Trabajo", los principales reclamos se concentraron en dos puntos: la necesidad de acceso al crédito no bancario para las cooperativas de trabajo y la aplicación de un Salario Básico Universal, que permita palear los ingresos de las familias cuyos ingresos actualmente no alcanzan a cubrir la canasta básica.

"El IFE no llegó a todos y a todas. La Tarjeta Alimentar es pan para hoy y hambre para mañana. El gobierno nacional adquirió un compromiso con nosotros", señaló Sánchez en tono crítico a las políticas aplicadas por Alberto Fernández en lo que va de su gestión. "Necesitamos que, por una vez, la balanza se incline para este lado", agregó.

Con una inflación interanual del 50 por ciento y un aumento en los números de la informalidad laboral desde el comienzo de la pandemia, la UTEP considera que es "urgente" la necesidad de un Salario Básico Universal.

Un dato que describe parte del planteo que hacen desde UTEP se puede observar en las conclusiones surgidas de la Catedra Unesco: la tasa de informalidad llegó al 51,8% de los ocupados en el cuarto trimestre de 2020. Son 8.596.814 millones de personas, de los cuales el 49,7% trabaja por cuenta propia y 45,3% son asalariados. El mismo estudio remarca la desigualdad en aumento: los hogares más ricos tienen ingresos per cápita 21 veces más altos que los más pobres y el ingreso promedio de los asalariados no registrados a finales de 2020, fue de 18.038 pesos.

"Se tiene que avanzar en un Salario Básico Universal para dar una respuesta a todo ese escenario catastrófico. Un fijo mínimo de ingreso que le permita a las personas no caer en la indigencia que creció ante este particular contexto. Si queremos respuestas, hay que empezar de abajo para arriba".