"Basta de hechos, queremos promesas", decía una pintada en una pared de Buenos Aires a final de la década del 90, cuando la crisis de 2001 prometía llegar.

Si bien la pandemia condicionó la gestión de Alberto Fernández en medio de una crisis que se horneó durante los cuatro años del macrismo, el Gobierno nacional debe leer el resultado de las PASO como producto de sus errores propios.

Al deseo de reponernos tras octubre de 2019, ocurrió todo lo contrario. Los últimos nunca fueron los primeros en los últimos dos años. Ni el IFE puede ser exhibido con orgullo, cuando fue entregado apenas tres veces y por un monto de 10 mil pesos que lo transformó en un paquete de galletas en el desierto.

No es la única razón que explica el resultado de las PASO, pero sí es válido señalar que mientras haya pelusas en los bolsillos de los argentinos, seguiremos leyendo aquella frase que pide menos de esta realidad y más concreción del mejoramiento de las condiciones sociales que nos viven prometiendo.

La mañana se editorializa con Cristian Maldonado - NDOM (15/09)