No fue fácil armar el pesebre viviente de la Copérnico, no fue fácil encontrar un niñito que haga de Jesús, hay que recordarles a los chicos del barrio que Jesús no tenía tatuajes ni la camiseta de Rácing. Tampoco fue sencillo encontrar tres camellos, pero si pusimos tres caballos con un par de almohadones que hicieron a la vez de jorobas.

Nada fue sencillo en el acto de ayer, pero lo logramos, la Copérnico tuvo su propio pesebre viviente!