El pasado 3 y 4 de diciembre se cumplieron diez años del acuartelamiento policial que convirtió a Córdoba como tierra de nadie. Hoy aquellos días se recuerdan como una trágica crónica de miedo y dolor, que dejó un muerto, heridos y cientos de comercios saqueados. 

El motín comenzó tras los reclamos de los familiares de la Policía por mejoras salariales. En aquel momento, el gobernador José Manuel de la Sota no se encontraba en la Provincia y con anterioridad venía desoyendo los pedidos. Sin embargo, desligándose de la responsabilidad, apuntó contra el Gobierno Nacional por no enviar ayuda a tiempo. 

Para reflexionar sobre esta revuelta, sus consecuencias y el panorama actual de las Fuerzas de Seguridad, el programa Redacción Abierta convocó a Jorge Jofré, titular de la Diplomatura en Seguridad Ciudadana Universidad de la Blas Pascal; Valeria Plaza, abogada y Doctora en Ciencias Sociales;  Adolfo Ruiz, periodista; y, vía Zoom Miguel Robles, ex subsecretario de Seguridad de la Nación.

Según Ruiz, se llegó al acuartelamiento por una mala lectura del Gobierno Provincial, con de la Sota a la cabeza, de un conflicto que venía creciendo las semanas previas. “Hubo varias señales clarísimas que las familias de los policías intentaron transmitir a las autoridades providenciales. Los reclamos eran ninguneados por la Provincia y minimizados en la capacidad de que esa bronca transmutara en lo que terminó pasando”, expresó el periodista. 

Para Jofré el resultado era casi inevitable y representó el abandono absoluto de los valores de servicio público: “En aquel momento, se priorizó duplicar la cantidad de policías a pesar de los bajos salarios, sin exigencias académicas y poco apego a los valores democráticos que tienen estos modelos policiales”.

“Que la Policía, por un reclamo sectorial, haya dejado abandonados a su suerte a los cordobeses, es injustificable”, señaló Robles. 

Mientras que Plaza reflexionó: “Más allá de las mejoras salariales, hay complejidades que siguen existiendo en las fuerzas policiales, como la lógica de violencia de la institución y la violencia de género. No está resuelto el problema de fondo, no se resolvieron las condiciones laborales de la Policía y la violencia social sigue siendo contenida solamente con más efectivos en la calle”.

10 años del acuartelamiento militar en Redacción Abierta