Cada día, Argentina suma un nuevo capítulo a su novela de la realidad. El dólar paralelo volvió a subir, el anunció del “dólar soja” generó opiniones cruzadas y la reunión de Alberto Fernández con los gobernadores sembró más incertidumbre.

Para desentrañar las argumentos que subyacen a las posiciones de los diferentes actores políticos del país y analizar qué modelo económico es el más adecuado en el contexto de crisis, el programa Redacción Abierta invitó a debatir a los economistas Ariel Barraud y Eduardo González Olguin, y al encuestador Federico González.

“Existe una disputa política que se expresa en lo económico. Esta escalda de precios, que hace que muchos huyan del peso, ya la hemos vivido con Raúl Alfonsín y Carlos Menem, y ocurre cuando los grupos económicos concentrados quieren cambiar el rumbo de la economía o inclusive voltear un gobierno”, sostuvo González Olguín y aseguró que el conflicto puertas adentro de la coalición gobernante es el escenario ideal para que estos sectores intenten imponer sus reglas.

Según su lectura, quieren un gobierno debilitado y desprestigiado, que pierda en 2023 para apropiarse de Vaca Muerta. “Argentina está a punto de salir de la restricción externa con el gasoducto. Quince zonas están en condiciones de producir, si lo hacen tendríamos más gas que Bolivia.

Entonces, estamos a un paso de salir de esa restricción, el tema es quién lo administra, si no lo maneja YPF no lograremos superarla, porque los neoliberales seguro lo venderán a precio vil y los argentinos no nos veremos beneficiados. Es una disputa política de acuerdo al modelo económico que se pretende instaurar a partir de 2023”, explicó por la pantalla de Canal 10.

Por su parte, Barraud señaló que la incertidumbre que se vivió la semana pasada en el país exacerbó la demanda de dolares, “porque huyendo del peso, la gente se refugia en el dólar. Además, al existir distintos cepos, en el mercado negro el precio sube cada vez más”.

El economista de la Bolsa de Comercio ubicó el problema en las diferencias internas del Frente de Todos: “Esta desavenencia en el gobierno se traslada a la economía y lo más claro es que la última media económica no la tomó Silvina Batakis sino Miguel Ángel Pesce del Banco Central. Ese anuncio deja contentos a algunos y preocupa a otros. Ahora para la sociedad se favorece al sojero, cuando en realidad de estar muy perjudicado, pasa a estarlo un poquitos menos”. Por eso, indicó que no confía en el “dolar soja”, más bien sostuvo que “quizá se logre que los grandes exportadores liquiden algo de cosecha, lo cual representará que unos 2500 millones de dólares entrarán al país. Eso permitirá cierto aire en el próximo mes, que permitirá tenerlos para las importaciones de energía.”

Sobre la postura del sector agroexportador frente a las crisis y la nueva medida, González Olguín afirmó: “Buscan una devaluación o que le bajen las retenciones o ambas. Y usa el poder que tiene para lograrlo”.

Mientras que Barraud expresó:

“El privado formal está muy ahogado por la presión tributaria, que es arriba del 50%, entonces el comportamiento lógico de cualquier actividad es cubrir el valor de lo suyo. Por ejemplo, si lo tiene guardado en el silo mantiene su valor, porque si lo pasa a pesos pierde porque se está desvalorizando a tasas crecientes, como no se refugia en el dólar, es con algo a valor dólar”.

González Olguín no coincidió y aclaró que la presión tributaria hay que medirla en relación a los servicios que presta el Estado, como la educación publica.

En desacuerdo Barraud dijo que el peso de los impuestos sobre varios sectores, no está compensado por la calidad del gasto publico. “El gasto público es alto, al mismo nivel que la presión tributaria, es la historia del huevo y la gallina. No obstante, la calidad de los bienes y servicios públicos, en comparación internacional, no es buena”.

ENTRE RUMORES Y RESIGNACIÓN 

El análisis del escenario político y de la opinión pública estuvo a cargo del encuestador Federico González.

“Hay un nivel de preocupación con tintes dramáticos, en muchos ciudadanos llega al nivel de la desesperación. Sumado a un sentimiento generalizado de impotencia de que esto no tiene solución y no hay nada que hacer. Hay resignación porque sienten que este gobierno ha perdido el rumbo y no hay señales claras de que pueda haber una reversión. La opinión pública está en un estadio muy pesimista”, contó vía Zoom.

Por otra parte, respecto del Frente de Todos señaló:

“Gobernar es explicar, y dada la magnitud de la crisis eso tendría que ser en el día a día. Pero en vez de información hay especulaciones, se anuncia que habrá anuncios y después no lo hay. Es un estilo muy consistente en el presidente, quien ha extraviado el rumbo en muchos sentidos, incluso en el comunicación”.

En ese sentido, comentó que desde la renuncia de Martín Guzmán se habla de un posible ingreso de Sergio Massa al gabinete, sin embargo, "algo que sería la ultima esperanza para recuperar su agenda, ser competitivo, retomar algo la ruta y llegar en condiciones razonables a las próximas elecciones, nace con un manto de indeterminación, que es el sello de la coalición gobernante".

El consultor al frente de Federico González y Asociados con base en Buenos Aires, sostuvo que entre tanta incertidumbre, bastaría con una palabra clara. “El país está en llamas y el gobierno se da el lujo de seguir perdiendo días valiosos en caminos que no conducen a ningún lado porque no se concretan”, concluyó.

Los modelos económicos en disputa en Redacción Abierta