El pasado 15 de marzo, el fiscal de Delitos Complejos, Enrique Gavier firmó la elevación a juicio para René ‘Chancho’ Sosa, un conocido narco local por su gran cantidad de condenas de la justicia federal y provincial. En este caso, deberá enfrentarse a la Justicia como líder de una banda que desde la cárcel de Bouwer se dedicaba a traficar droga y obtener celulares para realizar estafas telefónicas.

Para conocer cómo operan estas organizaciones delictivas y el grado de participación de los empleados del Servicio Penitenciario, el programa Con el diario del lunes, convocó a Gavier.

Resulta paradójico que personas que están privadas de su libertad por haber cometido algún tipo delito, continúen haciéndolo desde adentro de la cárcel. Esta situación inquieta especialmente a la fiscalía que, según comentó el fiscal, se encuentra investigando esta problemática desde mayo de 2015. 

“Es sumamente preocupante que desde un establecimiento penitenciario, que es el lugar destinado para proteger a la sociedad y reinsertar a los delincuentes, se cometan este tipo de delitos”, comentó Gavier por la pantalla de Canal 10. 

“Las estafas se producen desde los establecimientos penitenciarios y las cometen, según se ha investigado y demostrado, los propios reclusos que, violando todas las normativas internas del establecimiento, ingresan celulares de manera clandestina”, explicó.

De acuerdo a lo expresado por el fiscal, los reclusos necesitan de ayuda externa para cometer las estafas. “Requieren de un contacto que brinde la identidad o la cuenta para realizar las transferencias que hacen las víctimas”, detalló. 

La mayoría de las veces, los aparatos de telefonía, en general con chips prepagos y habilitados con nombres falsos, entran a las cárceles de mano de los familiares. Pero en otros casos, como el de ‘Chancho’ Sosa,  “son los propios guardiacárceles que, sumándose a estas organizaciones, le prestan colaboración y cometen delito”. 

Sin embargo, el funcionario judicial señaló que son excepciones: 

“En el cúmulo de causas no hemos encontrado complicidad institucional, sino aislada de algunos empleados del Servicio Penitenciario que a veces se corrompen e ingresan al mundo delictivo. No hemos detectado una delincuencia institucional”.

Desde su perspectiva, para evitar este tipo de estafas es fundamental mejorar los mecanismos de vigilancia de las normas carcelarias. “El foco debe estar en el control, tiene que ser más exhaustivo, porque cada día es más difícil establecerlo desde una solo ámbito, deben ser cruzados, integrando lo tecnológicos, los internos y los empleados”, sostuvo en Con el diario del lunes. 

Respecto de las víctimas, aclaró que lo primordial es estar prevenido y evitar brindar datos personales o de cuentas bancarias. “De haber caído en el engaño, que hagan la denuncia, porque muchas veces no la hacen. Además, hay que preservar los documentos de la estafa, es decir, anotar los números desde los cuales han sido llamados y tomar capturas de pantalla del perfil si se trata de una red social, porque una vez que se produce el fraude se los hace desaparecer”, concluyó.

Enrique Gavier, fiscal de Delitos Complejos, en Con el diario del lunes - Redacción Abierta