Entre los múltiples dilemas que nos plantea a diario la situación de pandemia, hay uno que está produciendo un interesante debate entre especialistas de distintas facultades de la UNC. Se acerca la fecha de toma de exámenes finales y en la actual coyuntura de obligatoriedad de clases virtuales, aparece una dificultad mayúscula. Cómo garantizar la transparencia a la hora de rendir por parte de los alumnos si deben hacerlo desde sus hogares sin ningún tipo de control presencial de sus docentes.

Para enfrentar este inconveniente las facultades de Ciencias Exactas, Ciencias Económicas y de Lenguas han decidido adquirir Respondus, un software que a nivel internacional se utiliza en cientos de casas de altos estudios.

Este desarrollo integra dos módulos: el primero de ellos es un navegador restringido (LockDown Browser) que solo permite ser utilizado para acceder y completar las consignas del examen. No permite abrir otras ventanas o pestañas, por ejemplo para realizar búsquedas. Tampoco permite realizar capturas de pantallas ni imprimir lo que está viendo. De este modo garantiza que el alumno solo utilice el dispositivo para responder al examen y no para buscar ayuda online o personal. Se puede utilizar tanto en un aula de la facultad, donde cada alumno cuente con una PC, o para rendir remotamente instalando el software en la computadora personal del estudiante. Además el docente prepara el examen para que solo pueda ser accesible desde el navegador de Respondus.

El segundo módulo se denomina Monitor Works y representa el centro de la controversia porque al instalarlo y activarlo durante el examen, el soft enciende la webcam de la PC del estudiante y graba en video todo lo que sucede durante el tiempo que dure la prueba. Este programa cuenta con un motor de Inteligencia Artificial que detecta "actitudes sospechosas" del alumno (movimientos extraños, llamadas telefónicas) y las marca con un aviso en la grabación para que luego el docente evalúe si hubo una posible falta por parte del estudiante. Sus desarrolladores sostienen que solo el docente puede acceder a las imágenes que se almacenan en servidores seguros.

Desde otras facultades como el FaMAF han surgido voces que advierten que en realidad Respondus es un software de control y que es invasivo a la privacidad de los estudiantes ya que toma el control de su computadora personal. Además objetan el uso de Inteligencia Artificial, cuestionada a nivel internacional para este tipo de usos. Denuncian también que captura datos personales sin especificar cual será el destino de esa información y que este mismo software por estos motivos ha sido vetado para su uso en otros países.