La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) anunciaron un plan regional que requiere de 1.790 millones de dólares para apoyar el año próximo las crecientes necesidades de los migrantes venezolanos en América Latina.

Se busca asegurar necesidades urgentes de alimentación, atención médica y condiciones que permitan a los venezolanos reanudar sus vidas en los países de acogida.

OIM y ACNUR dijeron que hay más de seis millones de refugiados y migrantes de Venezuela alrededor del mundo. Colombia, Brasil, Ecuador, Perú y República Dominicana figuran entre los países de la región que alberga la mayor cantidad.

Juan Carlos Murillo González, representante Regional para el Sur de América Latina de ACNUR, destacó en La Perra Vida de Radio Universidad que ”en efecto es el mayor éxodo de América Latina y el Caribe de personas refugiadas y migrantes de Venezuela. De hecho, de mantenerse la tendencia de 2021 para finales de 2022 será la mayor crisis humanitaria del mundo. Tendremos más de 7 millones de personas refugiadas y se convertiría en la mayor crisis de todo el mundo superando la actual que es la de Siria”, apuntó.

Refugiados Venezolanos en Brasil by cba24n.com.ar

En estos momentos varios países han establecido programas de protección y regularización para ayudar a los migrantes a acceder a derechos y servicios. Sin embargo, a medida que esta situación se prolonga en el tiempo, las vulnerabilidades y riesgos a los que se enfrentan los migrantes aumentan drásticamente. 

Se han denunciado múltiples casos de xenofobia y discriminación en la región e incluso se les ha llegado a señalar de ser los responsables de algunos delitos comunes en varios poblados.La más recientes expresiones se reportó en septiembre pasado, cuando ocurrió el desalojo de un centenar de migrantes venezolanos en la localidad chilena de Iquique. Entre los desalojados había familias con niños cuyas pertenencias resultaron quemadas en una jornada de actos violentos. 

En este sentido Murillo González manifestó que la situación de pandemia ha generado que las fronteras de muchos países están cerradas y la situación de muchos migrantes es desesperante. “Muchos no tienen recursos económicos y no tienen la documentación requerida para pasar de un país a otro. La mayoría de los que entraron a los países trabajan en los mercados informales, perdieron sus empleos y se han visto en dificultades en tener acceso a alimentos, salud, vivienda, abrigo y contención social”, relató el referente de ACNUR.  

Mencionó que están trabajando constantemente en campañas para contrarrestar la xenofobia y los prejuicios. En ese sentido dijo que buscan demostrar que en la práctica la llegada de los extranjeros puede ser vista no como una carga sino, como insumo constructivo para mejorar la calidad de vida de todos en las comunidades.