Esta semana se conmemoran 30 años de la Convención sobre los Derechos del Niño (CDN), el tratado internacional de la Asamblea General de Naciones Unidas que reconoce los derechos humanos básicos de los niños, niñas y adolescentes.

El juez de Familia Gabriel Tavip explicó a Canal 10 los alcances que tuvo esta declaración desde que se aprobó y los desafíos que restan cumplir en cuanto a los derechos de las infancias y adolescencias.

"Se ha avanzado mucho, han sido años de construcción de derechos. La Convención es un quiebre en el ejercicio del derecho de los niños, que realmente modificó el mundo de como estaba en ese momento. Pero creo que falta mucho por hacer", apuntó.

Para Tavip, se avanzó en materia de escucha, de ejercicio efectivo de derechos, pero hay pendientes en el ámbito de los derechos económicos, sociales y culturales (DESC). "Los tenemos todas las personas, pero un plus de derechos los tienen los niños, y en Argentina, con un 52 por ciento de niños en situación de pobreza y muchos en la indigencia, la Convención no está siendo cumplida adecuadamente", afirmó.

Y aseguró que en otros lugares la problemática es más profunda al ejemplificar con el caso de Malala Yousafzai. La activista nació en Pakistán, país que de inmediato adhirió a la Convención; pero aún hoy las mujeres, niñas y adolescentes tienen vedado el acceso a la educación.

Menores y sus derechos, a 30 años de la Convención de los Derechos del Niño

Menores judicializados y sus derechos

"La judicialización de niños aparece en muchos ámbitos. Tenemos que pensar en una familia que contenga", dijo el juez, para luego asegurar que el primer derecho que tienen las infancias es tener padres que se pongan en ese rol, y que en varios casos no se da, sin distinción de poder adquisitivo.

En los tribunales de familia, "la judicialización permanente de muchos niños aparece por esa falta de posicionamiento de ciertos papás y ciertas mamás, y por suerte en muchos no", ponderó.

Los niños tienen derechos fundamentales a divertirse, estudiar, ser vacunado, celebrar su aniversario. "Dos de cada diez niños de menos de cuatro años nunca festejaron su cumpleaños, y si bien esto es accesorio, es muy simbólico, tenemos que avanzar en eso el Estado, los padres, la sociedad y las empresas", afirmó.

Tavip concluyó recordando la imagen de Aylan Kurdi, el niño sirio que murió ahogado y apareció en una playa turca en 2015 mientras huía de la guerra. "Esa foto muestra que falta mucho por recorrer, y cuántas fotos que no podemos ver de ese tipo. Los niños migrantes es una deuda horrorosa que tiene la humanidad", reflexionó.