Barcelona salió a la cancha sabiendo que tenía que ganar para recuperar su ventaja en lo alto de la Liga, tras el triunfo del Atlético de Simeone más temprano. No la tuvo nada fácil, porque el Rayo Vallecano tuvo un buen primer tiempo y arrancó ganando el Camp Nou, pero lo sacó adelante con la jerarquía de sus individualidades. Lionel Messi anotó el segundo, de penal, y estiró a 26 su registro como máximo artillero.

Sin volverse loco, el equipo de Vallecas hizo su parte en el arranque. Hubo un penal de Piqué que no le dieron y después De Tomás enmudeció a todos con un golazo, después de luchar una contra casi en soledad. Pero el Barsa es el Barsa... Y cuando empezó a aparecer Messi, la historia cambió.

El empate vino después de un tiro libre del 10, que se la puso en la cabeza a Piqué para el 1-1. Y el segundo, ya en el complemento, fue del propio Messi, luego de un penal chiquito que cobraron sobre Semedo. Ahí el local se adueñó completamente del partido y Leo tuvo otras dos: un remate franco que contuvo el arquero y otra bola quieta que Moreno despejó sobre la línea.

Sobre el final ingresó Rakitic (hubo recambio por parte de Valverde) y los últimos minutos fueron los mejores del Barcelona, que lo liquidó con un golazo de papi fútbol que terminó empujando a la red Luis Suárez.