El acusado, Wayne Williams, solo fue condenado por los homicidios de dos hombres adultos y sentenciado a dos cadenas perpetúas. Estando en prisión, Williams, también afroamericano nacido en Atlanta, fue acusado de haber cometido al menos 23 de los 29 crímenes reportados por el Departamento de Policía de Atlanta, pero nunca fue sentenciado por estos otros delitos. Williams, hoy de 61 años, siempre alegó su inocencia.