Una niña de 11 años, violada por su padrastro, cursa tres meses de embarazo en un caso que se hizo público, ocurrido en Médano de Oro, provincia de San Juan.

El hecho fue constatado en una sala de salud del Ministerio de Salud Pública provincial y se detuvo al padrastro por abuso sexual y a la madre por encubrimiento. La niña tiene una hermana de cinco años que fue puesta bajo protección de la dirección de Niñez.

La denuncia por violación fue realizada por docentes de la escuela donde asistía la niña.

El fiscal Daniel Galvani expresó al diario los Andes que que el informe del médico legista dice que la niña está en unos tres meses de gestación. Por lo tanto, la niña podría acceder a la Interrupción Legal del Embarazo.

El caso marca una seguidilla de hechos que terminaron en tragedia, en las provincias de Jujuy y Tucumán, y tiene la similitud de la provincia de grupos antiderechos, que presionan para evitar la práctica del aborto legal.

Es recordado el caso jujeño por la intervención del gobierno provincial y la práctica de una cesárea, aduciendo que (pese a contradecir el Código Penal) se había interrumpido el embarazo. El propio gobernador Gerardo Morales dijo, antes de que la beba -prematura- falleciera, que "una familia importante" (se trataba del fiscal federal Carlos Stornelli) estaba dispuesta a adoptarla.

En Tucumán también hubo una cesárea y una muerte. En este caso enmarcada en una demora de las autoridades para autorizar la cirugía que cambió el panorama, y todo el hospital "Eva Perón", de San Miguel de Tucumán, declarando la "objeción de conciencia". Hubo que recurrir a una pareja de médicos del orden privado, que con posterioridad fueron denunciados por agrupaciones que se oponen a la práctica.